Por: Daniel Newball H.
Incluso antes de que la paupérrima campaña electoral parlamentaria en las Islas llegara a su fin, desde varios espacios de poder se viene fraguando la idea de que, más que votos, se va a requerir de un “banco de plasma” para poder suplir la necesidad urgente de una reingeniería en la clase política local.
Ya han sido varios los líderes juveniles que se han acercado al suscrito para manifestar que para los comicios octubre del 2015, cuando se elegirá al nuevo Gobernador, diputados, concejeros municipales y alcalde, estos dos últimos para el Municipio de Providencia; han sido abordados por los esbirros y camarlengos de los “caciques” políticos locales urgiendo de su participación para reforzar las filas de sus organizaciones con “sangre nueva” para sus movimientos.
Afortunadamente, estos jóvenes no son ni ciegos, sordos o mudos; se han percatado de la forma como sus padres se han esforzado por darles una buena educación, renunciando a los beneficios e invirtiendo para que sus hijos puedan redimir los proyectos de vida que, por falta de tiempo o recursos, no pudieron alcanzar.
Se han percatado de las oportunidades que pueden alcanzar pero que, por los infames listados de preferidos que suelen confeccionar, incluso elaborados antes de que los favorecidos hayan llegado al mundo, tendrán que observar impotentes como deben por obligación buscar su vida en otras latitudes, ganar en dólares y enviarles remesas a sus padres para que no les falte nada.
Parece que la sangre de la anatomía política de algunas organizaciones locales se encuentra desgastada, necesita oxigenarse y la carrera desesperada es por convencer a los nuevos valores para que aporten sus ideas para renovar los ya desgastados discursos los cuales ya nadie cree porque la realidad es diferente al de las promesas que se hicieron en campaña.
Muchos de estos jóvenes que han abordado al suscrito se preguntan, ¿Para qué estudiar una carrera, esforzarse durante tres, cuatro o cinco años; para luego terminar trabajando para un magnate, sin mucha educación pero con mucha plata, recibiendo órdenes y humillaciones colocando nuestro talento al servicio de la herencia que muy seguramente dejarán para sus hijos?
Completamente de acuerdo. Nosotros no lo sabemos, pero los poderosos hablan en privado con sus herederos y muchos de ellos reciben consejos que terminan en la confección de planes oscuros y malvados donde el común denominador es la explotación del hombre por el hombre, esgrimiendo al mediano o largo plazo por los cuatro puntos cardinales su delirio de grandeza como infames “herederos al trono”.
Cada vez son más los profesionales que quieren formarse y aportar a su región, despliegan el mejor de sus talentos para que sean tenido en cuenta para que al final no los observen sino como “carne de cañón”, piezas de ajedrez para el juego de poder que del que al final solamente podrán gozar de los beneficios los integrantes de “la lista de los elegidos”.
Existen juventudes que se han dado cuenta que pueden emprender un proyecto de vida particular, basado en una economía solidaria que puede beneficiar al colectivo, donde todos pueden producir y donde no tienen que depender de los sueldos oficiales, recursos de la contratación pública o subsidios estatales, de los cuales viven la recua de sátrapas advenedizos quienes pretenden convencer a todos a punta de mentiras de que son los “elegidos por Dios” para ocupar el “altar de los seres superiores” del cual forman parte.
Algo a tener en cuenta es que una transfusión de sangre propiamente dicha representa un riesgo dado a que transmitirá una infección viral a su destinatario.
Estos riesgos son mucho más altos en el pasado antes de la llegada de las pruebas segunda y tercera generación de enfermedades de transmisión por transfusión, aunque la aplicación de pruebas de ácido nucleico a principios del 2000 se ha reducido aún más los riesgos, y confirmó que las infecciones virales por la transfusión de sangre son extremadamente raras en el mundo desarrollado.
Otro aspecto a tener en cuenta radica en que en los países desarrollados, las donaciones son generalmente anónimos para el receptor, pero los productos en un banco de sangre siempre resultan identificables individualmente a través de todo el ciclo de donación, evaluación, separación en componentes, el almacenamiento y la administración al receptor.
Esto permite la gestión y la investigación de cualquier reacción transmisión o transfusión de enfermedades relacionadas con la transfusión de sospecha. En los países en desarrollo el donante a veces es contratado específicamente por o para el destinatario, por lo general un miembro de la familia, y la donación inmediatamente antes de la transfusión.
Es decir, como en las transfusiones convencionales, los “caciques” harán para garantizar su supervivencia o algún vestigio de contaminación, una depuración de cualquier tipo de invasores que puedan hacer peligrar la estructura de la estructura de poder ya conformada y una vez encontrada alguna anomalía simplemente el sistema se encarga de expulsarla en aras de sostener las cosas tal como van.
Podríamos identificar estos objetos extraños invasores como “librepensadores”, “defensores de la moral”, o “luchadores contra la corrupción” que no van a admitir cualquier modificación de un plan de desarrollo viable para los isleños.
De modo que a estos “vampiros” ávidos de sangre no es bueno seguirles creyendo el valor agregado que la “sangre nueva” pueda tener para sus proyectos, son las mentes y los proyectos de quienes quieren forjar un mejor futuro para las islas las que cuentan sin la necesidad de tener que alimentar los “sueños perversos” de quienes pretenden defender el estatus quo.