Antonio Colmenares Martínez, Especial para The Archipiélago Press
A partir de esta Semana Santa, lo demonios deberán modernizarse y modernizar sus cubículos y especialmente su comando central y además deben ir pensando en buscar un manejador de imagen, al estilo de JJ Rendón, para contrarrestar la puesta en contexto de lo que son los verdaderos infiernos que viene predicando mi amigo Francisco. Perdónenme el abuso de llamarlo ‘mi amigo’, pero es que lo es, porque si le digo amigo a Jesús, que es el jefe de Francisco, cual es la diferencia.
Con Francisco, a la Iglesia Católica no le queda otro camino que modernizarse del todo, dejar los ‘mitos y leyendas’ que no combinan con la verdadera fe, pero con los que han insistido por siglos los guías católicos que quieren enseñar que la pobreza es el tiquete directo para ganar un escaño en el cielo y que los ricos se van a los infiernos. Mentira. Eso solo provoca un falso conformismo y desestimula el crecimiento individual, por una parte. Por otra, el cuento de los cielos y de los infiernos.
Cuántas veces las abuelas sabias y precursoras de la verdadera libertad mental, que es liberarse de creencias falsas, o al menos sin confirmar, nos decían: “Mijo, el cielo y el infierno están aquí, en esta vida, porque esto se parece a un restaurante, nadie se va sin pagar. No coman cuento, pórtense bien con todo el mundo y verán que serán premiados y Dios tiene sus estrategias para lograrlo”. Pues eso es lo mismo que acaba de decir mi amigo Francisco: “La iglesia ya no cree en un infierno literal, donde la gente sufre. Esta doctrina es incompatible con el amor infinito de Dios.
Dios no es un juez, sino un amigo y un amante de la humanidad. Dios busca no para condenar sino para abrazar. Al igual que la fábula de Adán y Eva, vemos el infierno como un recurso literario. El infierno no es más que una metáfora del alma aislada, que al igual que todas las almas en última instancia, están unidos en amor con Dios”, aseguró Francisco. Pero no les creímos a las abuelas sabias y que practicaban la libertad de credo fundamental, las creímos locas y fueron vituperadas por los viejos curas que hasta las descomulgaban por herejes. Tuvimos que escucharlo de labios de mi amigo Francisco para intentar creerlo.
Y eso no es nada, a este paso, Francisco, le va a ‘meter el diente’ a lo del celibato, porque debe estar cansado de tanta queja de curas pederastas, o que se casan a escondidas, o que tienen novias y que han provocado triángulos amorosos con maridos convencidos que en las iglesias solo se va a orar devotamente, hasta que alguien se encarga de hacerle notar los protuberancias en la frente. Claro. No se demorará mucho Francisco, que ya entrados en gastos digámosle ‘Pachito’, en presentar las argumentaciones para que los sacerdotes puedan casarse y dar ejemplo de familia, con hijos y mascotas, como debe ser y no como ahora, cuando la prohibición de mirar mujeres les crea, desde el seminario un ‘coctel’ hormonal que nadie entiende pero que desemboca en la pederastia y desordenes con ‘falsos positivos’ de homosexualismo, porque no son homosexuales originales, como los de verdad, sino inducidos por las circunstancias.
De soslayo ‘Pachito’ ya lo dijo: “En el pasado, la iglesia ha sido muy dura con los que consideró inmorales o pecaminosos. Hoy en día, ya no hay juicio. Como un padre amoroso, nunca condenemos a nuestros hijos. ¡Nuestra iglesia es lo suficientemente grande como para heterosexuales y homosexuales, para los pro-vida y los pro-elección! Para los conservadores y los liberales, incluso los comunistas son bienvenidos y se nos han unido. Todos amamos y adoramos al mismo Dios,”, recalcó. ¿Ah? Mejor mensaje para hallar el camino de la verdad espiritual no puede haber. Francisco, está en el camino de la razón, está en la lógica de estos tiempos de las veloces autopistas de la información, de la insaciable búsqueda de la sofisticación de la tecnología, que se mejora todos los días. Este hombre le llegó a la iglesia católica en el justo momento, porque de otra manera, empezarían a cosechar almas y diezmos las nuevas ‘papisas’ con congregaciones espirituales, que incluyen servicio de cafetería y partido político. ¡Todo el combo!
“Dios está cambiando y evolucionando como somos, porque Dios vive en nosotros y en nuestros corazones. Cuando difundimos el amor y la bondad en el mundo, tocamos nuestra propia divinidad y la reconocemos. De acuerdo con nuestro nuevo entendimiento, vamos a empezar a ordenar mujeres como cardenales, obispos y sacerdotes. En el futuro, es mi esperanza que tendremos un día un Papa mujer. ¡No dejar que ninguna puerta se cierre a la mujer que esté abierta a los hombres!”, dijo ‘Pachito’ y armó tremendo revuelo de sotanas.
Termino contradiciéndolo ‘Pachito’, yo creo que Dios no ha cambiado, Él es el mismo de siempre. Nosotros hacemos que las cosas cambien, porque pasamos de una lasca de pedernal, parecida a una tablet doble núcleo, en la que Moisés escribió los diez mandamientos, a los teléfonos inteligentes, IPad, WhatsApp, entre otros, pero todo para su gloria y como decía la abuela de Caperucita, ‘para entenderlo mejor’.