Entre la vida y la muerte. ¡Está vivo de milagro!, recibió cinco impactos y uno de ellos le comprometió un órgano vital por lo que ha sido intervenido quirúrgicamente y está en cuidados intensivos. Se trata de Carlos González Arévalo, de 21 años, un ser alegre y vital que como cualquier joven de su edad quiso disfrutar el puente al máximo con un poco de rumba pero se encontró con el fuego cruzado de las desavenencias y en lugar de una carga refrescante de buena música, por razones que están por establecer, recibió la descarga de una pistola que lo hirió en diferentes partes del cuerpo y lo tiene aún entre la vida y la muerte.
Algunas personas culpan a los ‘picó’ de alterar el orden público, pero la verdad estos equipos forman parte de la tradición caribe que llegó hace mucho tiempo, el verdadero problema es que se ha contaminado con el micro-tráfico de estupefacientes y con la violencia nacida en la intolerancia y falta de buena convivencia.
Además se ha convertido en el escenario de encuentro de quienes mantienen enemistades y tras consumir licor comienzan las discusiones y luego se pasa a las vías de hecho. Esos desordenes son los causantes de las restricciones y las retenciones de esos equipos y mientras exista esa forma de actuar de quienes son asiduos a esas fiestas, la prohibición permanecerá y poco a poco será acabada tradición por ser altamente peligrosa.