Engaño, necesidad, avaricia y placer son los responsables. Las adolescentes sumergidas en una doble vida.
Por: Jeimy Almanza
En la actualidad son muchas las adolescentes que viven una doble vida. La falta de oportunidades laborales y un buen pago, las conduce a un camino sin salida y el más criticado por la sociedad, como es el de trabajadoras sexuales y “prepagos”.
Una trabajadora sexual es una mujer que guarda con recelos muchas historias, según se logró conocer de cada cien mujeres laborando en esta actividad, dos lo hacen por placer y las demás lo hacen para brindarle un mejor futuro a su familia ya que en ocasiones son jóvenes que ya son madres solteras o estudiantes universitarias.
Para la sociedad es complicado entender porque estas mujeres llegan a esta labor debido a que se pueden realizar diferentes actividades para lograr adquirir y mantener a sus familias, pero estas afirman que llegan a laborar como trabajadoras sexuales porque la necesidad las obliga, ya que en el momento en que lo decidieron no tenían ni para comer, ni para comprar medicamentos requeridos por algún miembro de sus familias.
Como también es cierto que cuando ingresan no desean salir de inmediato porque saben que logran hacer mucho más dinero que trabajando en una empresa privada, poniéndose metas alcanzables para garantizar una vida digna para sus hijos y demás familiares, según versiones que le dieron a esta redacción algunas trabajadoras sexuales.
Una vida doble
Más del cincuenta por ciento de las trabajadoras sexuales tienen una doble vida debido a que sus familiares creen que ellas realizan otra labor, en ocasiones no dicen exactamente dónde están, ni mucho menos revelan su identidad a sus clientes.
Estas mujeres se pintan de hierro, aunque no sientan placer tienen que demostrarlo para saciar la necesidad de sus clientes, manejan bien su doble vida, en ocasiones se sienten vacías y sucias por tener que hacer algo que en ocasiones no desean, pero les toca porque si no sus hijos no comen.
La gran mayoría de estas mujeres solo han terminado su bachillerato sin ninguna oportunidad de estudiar carreras profesionales que podrían garantizarle un mejor futuro, pero estas tratan de brindarle oportunidades a sus hijos. “Nosotros nos sacrificamos para que ellos puedan tener algo mejor de lo que nosotros tuvimos en nuestras vidas, deseo que sean profesionales y que no se dejen pisar de nadie”, afirmó una trabajadora sexual.
También se conoció que aparte de trabajar internas en bares nocturnos donde pasan su mayor tiempo, su rutina diaria es descansar en el día y en la noche son todas unas cazadoras en busca de hombres que quieran tener placer adicional.
Las ‘prepagos’
A la vez hay otra modalidad que se denominan, las ‘prepagos’ que utilizan jovencitas colegialas y universitarias que por conseguir dinero para sus lujos y caprichos, como también hacer una carrera profesional, concretan citas a ciegas con hombres que pagan cierta cantidad de dinero para tener una complacencia sexual diferente a su rutina diaria.