Lideresas visibilizan múltiple discriminación Los raizales rechazan el contacto con los afro descendientes que no pertenecen a las etnias ancestrales del archipiélago, a pesar de que sus parientes se asentaron en las islas, en algunos casos hace más de 60 años.
Viéndolo desde el punto de vista humano y antropológico parece insólito y a muy pocos les cabe en la cabeza que, para decirlo con franqueza, entre las mismas personas afro descendientes, se repelan, se rechacen, se excluyan. Analizándolo desde el punto de vista étnico, los raizales reclaman ‘soberanía’ sobre estos territorios, por ser históricamente los herederos legítimos de la tierras que sus ancestros les dejaron desde hace cientos de años.
Así lo plantean los raizales, que han sido avasallados por las colonizaciones pero que se hicieron de alguna manera participes de la multiplicación de continentales y extranjeros, negros, mestizos, mulatos, indígenas y europeos con la condescendencia de venderles sus tierras.
Nadie los obligaba a hacerlo y sin embargo sus tierras ancestrales fueron pasando a ser propiedad de personas llegadas de otras latitudes, bajo negociaciones lícitas y en ejercicio de su total libertad y albedrío. Ya los nuevos residentes con propiedades se convierten en parte de la gran comunidad isleña, pero son constantemente rechazados por los raizales.
Lideresas visibilizan el problema
Denys Molina, presidenta de la organización social de Afro descendientes no raizales diversos y Emérita Becerra, representante legal de la misma organización, adelantan una campaña de concientización para hacer visible un inconveniente social del que hasta ahora no hablaba nadie y simplemente dejaban ‘a la de Dios”, sin reclamar.
Ahora lo que piden es reconocimiento porque destacan que son igualmente afro descendiente, con distintos orígenes pero reunido desde varias generaciones atrás bajo el mismo cielo de San Andrés y Providencia.
Señalaron que inclusive dentro de la gobernación hay funcionarios que apoyan, estimulan y favorecen la discriminación a pesar de tener el mandato de gobernar para todos. “No nos parece justo que a los eventos no nos permitan el ingreso sin tener un argumento válido, simplemente porque no somos negros raizales, solo negros de otra parte. No puede ser que entre nosotros mismos, los negros, nos discriminemos”, dijeron las lideresas.