Por Juan Carlos Gutierrez Betancurt*
Mientras los gastos de Colombia suben 35% los ingresos se mantienen casi estables (-0,2%).
Un gasto disparado y unos ingresos inmóviles, generan una ampliación del déficit fiscal).
Esa brecha sólo se puede cerrar de dos formas:
1. Con una drástica reducción del gasto, cerrando Ministerios y embajadas innecesarios, y recortando gastos de funcionamiento a todo nivel.
2. Emitiendo más deuda.
Sabemos que Petro no va a optar por la opción 1. Va a financiarse con más deuda. De hecho las emisiones de TES en el período enero-febrero de este año también alcanzaron los máximos históricos. Más de $18 billones de pesos nuevos en deuda.
Contrario a lo que los del Pacto Histórico hicieron creer a sus votantes, nos estamos endeudando a un ritmo histórico durante éste gobierno.
El gobierno espera cuadrar parte del desarreglo fiscal en el próximo mes de Abril cuando empiece el recaudo del impuesto de renta corporativa. Serán las «malvadas empresas capitalistas» la tabla de salvación que espera el Pacto Histórico.
La situación expuesta es crítica en la medida que, para el primer mes, lo habitual entre 2004 y 2022 fue un superávit fiscal de +0.2% del PIB».
Este año, en cambio tuvimos déficit.
Así que vamos peor que el año pasado, que ya fue muy difícil.
Como se puede observar en el Gráfico 4 ( línea roja) la disponibilidad de efectivo en la Tesorería General de la Nación está en niveles mínimos.
En síntesis, tenemos un muy difícil panorama fiscal para 2025, y no se avizora un rápido cambio de rumbo. Esta será la ruinosa situación fiscal que heredará el próximo gobierno en 2026. Una herencia de deuda creciente con un alto costo de financiación.
*Docente de Finanzas de Eafit