Es válida únicamente una vuelta por el centro de la ciudad y algunos sectores de esta isla, para poder observar como los habitantes de esta parte del país, viven la navidad, que para ésta época se ha tomado por completo el ambiente de festividad, colorido, vitrinas decoración, mercancías, elementos conmemorativos, adornos, obsequios, detalles, y cuanto elemento propio del momento que vivimos.
Por eso la invitación es a invertir en un poco de tolerancia, afecto, solidaridad y mesura, los excesos no son aconsejables, pero sí en el compartir que pueda dejarnos cierta satisfacción, como seres humanos que somos, y podamos pasar la fiesta en paz.
Que es quizás el motivo principal para que esta época del año pueda ser tan especial para todas las personas, niños, jóvenes, adultos, y ancianos.
Es solo observar a la gente para saber que sus emociones -de todo tipo- brotan de manera muy sensible por estos tiempos. Es posible que sea la memoria la principal protagonista, recordemos que no todos son momentos felices, también, se encuentra latente la nostalgia por las ausencias, por lo que ya no es posible, lo que ya no está, y por los que nos han antecedido en el camino.
Es en definitiva esta una época muy especial donde debe primar el amor filial, el entendimiento, el respeto mutuo para que nada acabe, la solidaridad, y por encima de todo la tolerancia, al fin y al cabo somos un mundo diverso, donde nada ni nadie se parece completamente a otro. El día que lo entendamos seremos completamente felices. Por anticipado, desde estas páginas, les deseamos unas felices navidades a todos nuestros lectores.