Varios tragos amargos pasó Gustavo Petro y su comitiva en las islas durante su visita al Archipiélago.
El primer incidente fue el permiso negado por las autoridades municipales y departamentales por temas migratorios y de atención de desastres que reserva el ingreso a Providencia y Santa Catalina, sólo al personal que realiza las labores de reconstrucción.
Terminó culpando de ello al Gobierno en Twitter y al alcalde Jorge Norberto Gari y al parlamentario Jorge Méndez Hernández en tarima por la negación de tales permisos.
De otro lado, en su reunión política en un restaurante de San Luis, apareció el ex parlamentario liberal Jack Housni Jaller, cercano de César Gaviria Trujillo, con quien se reunió Petro esta semana.
Housni Jaller en una foto con Petro es visto como un intento de reencauche del legislador que está bajo investigación penal en la Corte Suprema por el affaire de corrupción en el Coral Palace que llevó a su hermano a la cárcel y lo hizo a él objeto de una ocupación de su casa y otras propiedades con fines de extinción de dominio. Y para Petro le representa incoherencia frente a su discurso de lucha contra la corrupción.
El candidato no atendió una rueda de prensa que su equipo en las islas había invitado a los periodistas insulares para atender sus preguntas.
Ya en la tarima, el sonido resultó deficiente y por ello conectó poco a su reducido auditorio con su discurso.
Los asistentes a su discurso en la Peatonal de Spratt Bight frente a Mickey Mouse fueron cerca de dos centenares, entre ellos muchos turistas que estaban en la zona. De modo que fueron más traspiés que éxito su visita al Archipiélago.