Los huecos del alcantarillado sanitario de la carrera 13. La maquinaria accionada por el operario hace lo suyo y avanza por toda la carrera trece, la misma que sigue paralela a la pista del aeropuerto ‘Gustavo Rojas Pinilla’ y concluye en el kilómetro tres de ésta bella isla. Una cuchara de la retroexcavadora espera su turno para ser utilizada en la brega de perforación para la tubería que pretende conectarse en un futuro con la pluma final del ‘Emisario Submarino’ de ésta isla. Grandes piedras de origen caliza son extraídos de la profundidad de éstos surcos por donde se pretende enterrar la tubería del muy posible alcantarillado.
Por. Alberto Guerra García
Actualmente, los barrios de la carrera trece, son afectados positivamente por las obras de excavación que podrían concluir en un futuro en la prestación del servicio de alcantarillado y que es una de las obras de envergadura social y ambiental del Gobierno de Aury Socorro Guerrero Bowie que favorecerá cerca de 25 mil personas.
Y así lo ve la gente, quizás, un poco más optimista que lo sucedido con la tubería madre del acueducto que atraviesa paralelamente el mismo sector, pero cuya utilidad se ofrece al servicio turístico negándosele la opción del mismo servicio a los habitantes de las viviendas ubicadas a un lado del recorrido kilométrico, quienes no representan mayor negocio.
¡Cosas se han visto!… Por ejemplo, que se entierren muchas tuberías y que el servicio sea una utopía. Por eso -Hasta no ver no creer- dijo la señora María, una de las habitantes de éste populoso sector. Todo parece indicar, de acuerdo a las excavaciones, que no se busca el ‘Tesoro de Morgan’, ni de experimentos antropológicos, sino que se prevé que las obras podrían comunicar finalmente a éste importante sector de la isla con eficientes servicios públicos sanitarios, que a su vez permitirán el reemplazo de pozas sépticas comunitarias e individuales, las cuales evidentemente contaminan el agua del subsuelo que también es un recurso limitado que merece de todo el cuidado ciudadano, y del cual todos ellos, que no teniendo de donde más abastecerse, hacen uso de la naturaleza.
Por lo pronto, basta un poco de paciencia, porque el polvorín y el lodazal con aguas lluvias se hace evidente, pero todo sea para que por fin la empresa de los servicios públicos haga algo por los viejos y anhelados compromisos sanitarios. ¿Les parece?