Se llevó a cabo en San Andrés la tercera versión de Biocaribe, realizada con el objetivo de promover la riqueza de los recursos naturales y el compromiso hacia un desarrollo sostenible.
Biocaribe 2013 hace parte de la línea estratégica de fomento de biocomercio sostenible establecida en el Plan de Acción Trienal de la Corporación para el Desarrollo Sostenible de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina) y fue dirigido a empresarios, emprendedores, proveedores, distribuidores, docentes y estudiantes, interesados en la producción, comercialización y consumo de bienes y servicios ambientales.
El objetivo tuvo que ver con la promoción de productos y servicios ambientales y amigables con el medio ambiente en la Reserva de Biosfera Seaflower; además de sensibilizar a empresarios y comunidad en la adopción de acciones para una producción más limpia y consumo sostenible. Durante el evento hubo conferencias con expertos nacionales e internacionales en temas de biocomercio, uso y aprovechamiento de recursos naturales, talleres de producción limpia sobre pesca artesanal y agropecuaria, emprendimiento escolar en innovación y desarrollo tecnológico de estudiantes bachilleres y una especial agenda cultural.
Ley de Costas y Mares
En el marco de este evento el Senador, Álvaro Antonio Ashton Giraldo, hizo una exposición sobre la ley de costas y mares que, según afirmó, “es muy necesaria para poder garantizar todo el manejo del baja mar, del uso público de las playas y por supuesto del compromiso del estado colombiano en delimitar y garantizar el uso debido de todo el desarrollo del recurso”, dijo. Si no se promueven acciones que permitan el desarrollo sostenible y garanticen todo el equilibrio de ecosistema Colombia estará muy mal, según el congresista.
San Andrés es uno de los departamentos de Colombia que mayor impacto ambiental negativo genera como consecuencia de la falta de oportunidades en lo correspondiente a la disposición de residuos contaminantes y no biodegradables que afectan el entorno del eco sistema y el desarrollo sostenible de la isla. Las consecuencias de la falta de una ley de costas y mares se han vivido con casos como el del fallo de la Corte Internacional de Justicia, que determinó que Colombia debía entregar al menos 75 mil kilómetros de mar territorial.