Antonio Colmenares Martínez
Si no me lo cuenta un funcionario respetable de la administración y me lo repiten cuatro personas, más, no estaría escribiendo esta nota. Un hombre poseedor de calidades de líder como Alberto Gordon, conocido cariñosamente como Toro, no puede haber caído en ese error, ¡en un error de este tamaño y estas características! Toro dio positivo en la prueba de alcoholemia, con grado tres, según la información suministrada por una autoridad.
Además se anotó que fue un agente de policía isleño quien le practicó en dos o tres oportunidades el examen. De verdad que no quiero creer, quiero equivocarme, quiero que todo esto no sea más que un mal entendido y que tenga que rectificar y hasta renunciar a este medio de comunicación, por faltar a la verdad, claro con el apoyo de fuentes que se suponen serias y a las que respeto.
Sí, en este momento, pienso con el deseo para que esto sea una pesadilla, un mal sueño y ojalá, no sea más que una advertencia para todos los conductores de lo que puede ocurrir si dan, como se dice popularmente: Papaya.
Gordon ha dado férreas luchas gremiales para defender a sus colegas de lo que los taxistas llamaron clara desigualdad y desequilibrio ante la puesta en vigencia de la tarjeta de operaciones, pues indicaban que sumados a los demás impuestos no les dejaba margen de ganancia. Recientemente ‘Toro’ denunció que llegarían más carros golf y anunció que no estaría dispuesto dejar que esto ocurriera sin que las autoridades no propusieran las medidas que se requieren para equilibrar el servicio con la situación de los taxistas, que son los perjudicados.
Alberto Gordon, el líder, ha repetido que los taxistas no están dispuestos a ceder en sus propósitos de que se les recupere el espacio laboral que tenían cuando no existía la proliferación de carros golf y mules. Pero ahora, si llega a ser verdad, lo que quiero y pienso con el deseo que sea mentira, deberá poner las banderas de sus propósitos en manos de alguno de sus colegas para seguir con su lucha, porque, aunque suene fuerte, en estos casos, los hombres pasan pero el debate por las reivindicaciones debe continuar.