Los que van en moto no pueden convertirse en unos locos peligrosos. Motociclistas de rumba, ebrios y conduciendo a velocidades escalofriantes sin temor alguno.
Desde las dos de la madrugada del pasado sábado 20 de septiembre hasta el amanecer del lunes anterior, los galenos del Hospital Regional debieron atender algunos pacientes que presentaron fracturas, en otros casos debieron curar pequeñas heridas y laceraciones como consecuencia del descuido de los conductores de motocicletas, algunos festejando y enrumbados con alcohol hasta en la camiseta, y quienes por lo visto, olvidaron las mínimas precauciones y medidas de seguridad vial y se largaron a toda velocidad y sin madrina por las calles de San Andrés arrojando como resultado un gran número de accidentados sin mayores consecuencias, gracias a Dios y según el reporte médico entregado a esta redacción por el ‘Amor de Patria’.
Reflexión
Bueno sería entender que si amamos la vida deberíamos tener el mínimo de precaución al conducir, mucho más si es una persona amada la que nos acompaña, ni que decir de los peatones o conductores de otros vehículos. El exceso de confianza y los imprevistos ocasionan graves accidentes que pueden acabar con todas las esperanzas de vida. Para accidentarse no hay habilidad ni agilidad que valga. El exceso de velocidad confiando solo en la buena suerte, es un despropósito. Motociclistas precaución por favor, acuérdense que se la están jugando toda, la integridad física, el ahora y el futuro, la familia, etc., con su ejemplo mejoremos la seguridad vial de nuestras callecitas y las jodidas estadísticas. Los que van en moto no pueden convertirse en unos locos peligrosos.