Con agencia de viajes de Cartagena. Mucha hilaridad causó en amplios sectores de opinión tanto en San Andrés como en Providencia primordialmente, las revelaciones hechas por este rotativo sobre los exagerados y excesivos gastos que el alcalde de Providencia Arturo Robinson Dawkins ordenó en el pago de actividades complementarias del Festival Folclórico y Cultural de Providencia, los cuales alcanzan los 332 millones de pesos, sin que hasta ahora se conozcan los gastos en grupos folclóricos y artistas nacionales e internacionales, lo que hace presumir que la cifra de los mil millones de pesos que algunos creen se invirtieron en esas fiestas, podría ser cierta.
Al respecto esta redacción aun espera que el alcalde entregue las copias de los contratos, por las que su administración está cobrando un millón doscientos mil pesos para entregarlas en cumplimiento de un derecho de petición.
Las revelaciones de The Archipiélago Press pasaban por el asombro, la indignación y la rabia de sectores sociales en Providencia que se lamentan en secreto por la forma como la Alcaldía está gastando los dineros de un municipio con necesidades sin resolver, mientras su principal autoridad administrativa, usa su presupuesto en asuntos de menor necesidad. Pero si en Providencia causó malestar las revelaciones sobre los 200 millones de pesos empleados en la compra de tiquetes para el festival folclórico y deportivo, además de una exagerada y costosa oficina de prensa para ese certamen, que cobró 50 millones de pesos, en San Andrés causó asombro entre empresas comercializadoras de viajes, que no se hubieran comprado en las agencias que operan en las islas, si no por fuera del Departamento, en la ciudad de Cartagena, generando una evidente fuga de capital del Municipio, las cuales van a las cuentas de una compañía de la ciudad heroica, cuya única razón para ser escogida como proveedor, es que la tiqueteadora es originaria de las islas.
Tales hechos ya han despertado el interés de las veedurías ciudadanas y se anticipa la presentación de denuncias ante los órganos de control por las irregularidades, excesos y faltas contractuales y administratrivas que se podrían haber presentado en la ejecución de los dineros públicos del Municipio, que hoy día gasta más presupuesto del que invierten certámenes de renombre internacional como el Green Moon, que aún no alcanza tales cifras.
Las controvertidas sumas del Festival de Providencia
Y al consultársele sobre los gastos del Festival Folclórico, Cultural y Deportivo, el alcalde encargado aseguró que “se celebró convenio de asociación para la ejecución de los festivales de Providencia con la Asociación Casa de la Cultura, la cual cumplió con la traída de los artistas. (…) fueron contratados por la dicha entidad a través de contratos de prestación de servicios por el derecho privado, en consecuencia, este municipio no posee copia de dichos contratos, los cuales deberán ser solicitados de manera expresa a la asociación”.
Para ese evento se trajeron cuatro artistas internacionales, nueve artistas nacionales, tres disc jockey del Departamento y once grupos y solistas locales, todos contratados por la Asociación Casa de la Cultura, pero cuyo valor no ha querido revelar la Alcaldía ni entregar copias del convenio con que se ampararon estas contrataciones.
A lo que sí tuvo acceso The Archipiélago Press fue a un convenio que curiosamente parece haber olvidado mencionar Newball Archbold entre el Municipio de Providencia y la Cámara de Comercio de San Andrés por 348 millones 689 mil pesos, de los cuales la Cámara de Comercio aportó 15 millones 849 mil pesos y la Alcaldía aportó 332 millones 839 mil pesos. Se trata del Convenio 004 de 2014 para aunar esfuerzos para la cooperación y asociación para el apoyo y fortalecimiento de las expresiones artísticas y culturales para afianzar la identidad de la población del Municipio de Providencia y Santa Catalina. Con este convenio se financió parte de la logística del festival.
De ese convenio llama la atención que por orden de la Alcaldía Municipal, la Cámara de Comercio se gastó 332 millones de pesos en cuatro rubros: una costosa oficina de prensa de 50 millones de pesos y una escandalosa contratación en la compra de tiquetes aéreos por 200 millones de pesos.
Solo la logística (sonido, carpas, luces, producción musical, pantallas y video beam), más asesorías en bailes típicos, etiqueta, protocolo y pasarela parecen haber cobrado pagos razonables de esos 332 millones de pesos gastados. En la logística se destinaron 65 millones de pesos pero se le deben aún 15 millones de pesos al contratista, y al asesor de pasarela aún se le debe la totalidad de su trabajo, es decir 19 millones de pesos.
Lo que si resulta bastante escandalizante es que por orden de la Alcaldía Municipal de Providencia se le hayan pagado 200 millones de pesos a la agencia Viajes Caravana Limitada de la ciudad de Cartagena, los cuales se le transfirieron mediante transferencia bancaria electrónica, primero mediante un pago anticipado de 100 millones de pesos y luego dos pagos de 48 millones y 49 millones 055 mil 554 pesos, para el “servicio de transporte aéreo de los grupos musicales nacionales e internacionales que se presentaron en el 41 festival folclórico de Providencia”.
De este pago llama la atención que los valores pagados a la Agencia de Viajes Caravana Ltda. se hicieron en una forma generalizada que en las facturas de venta nunca se detalló la cantidad de tiquetes expedidos, y que con solo mediar una solicitud de anticipo de 100 millones de pesos, de inmediato se le hizo la primera transferencia.
Pero peor aún, en la factura de venta No. 31602, expedida el 2 de julio de 2014 por la tiqueteadora María Archbold de Viajes Caravana Ltda. de Cartagena, por un valor total de 197 millones 055.544 millones de pesos, no de detalla la cantidad de tiquetes cobrados si no que se cobra de manera general por la “expedición de tiquete para la realización de diferentes intercambios culturales a nivel nacional e internacional”.
Estos 200 millones de pesos además de ser una exagerada y escándalo contratación para un evento cultural, se constituye además en una fuga de capital local, como quiera que en Providencia existe una agencia de viajes cuyo propietario paga por ese y otros negocios en la isla sus impuestos a la administración y genera empleo doméstico, lo mismo que otras agencias que funcionan en San Andrés y que no fueron seleccionadas para suministrar tiquetes, si no que tales dineros beneficiaron a empresarios cartageneros.