Cuantos problemas más tendrá que afrontar la comunidad de Providencia y Santa Catalina, con la incursión del narcotráfico, el micro tráfico, la violencia, la desaparición forzosa de nuestros hombres, la desastrosa salud, el agua, los salarios más bajos del país y el costo de vida más alto, la sobrepoblación, los menores en las calles y sitios a altas horas de la noche, embarazos precoces y…
Ahora y hace años venimos zozobrando con los altos costos de los tiquetes aéreos, pero no es tan sencillo esto es algo muy delicado. La imposibilidad de adquirir tiquetes desde Providencia y hacia Providencia es una verdadera encrucijada.
Piensen que para un Providenciano moverse de su isla, que es casi siempre ya que por todo tenemos que hacerlo, para tomar un vuelo nacional o internacional, para estudios, para medicina especializada, para trámites de documentos y tantos otros. Total, la realidad es que los Providencianos somos los que más sufrimos, pero somos también los que movemos las aerolíneas a diario, y eso queremos que lo reconozcan las autoridades aeronáutica, y los medios, porque la verdad es que los turistas que tienen todo el privilegio con los cupos realmente vuelan una o dos veces al año, pero el nativo viaja todas las semanas. Sin embargo irónicamente la aerolínea de Satena, pasa lleno de turistas y son los que además fueron los primeros en subir a los tiquetes, siendo la aerolínea que debe subsidiar el gobierno, ya que se supone deben ayudar al pueblo.
Injusticia e inmovilidad isleña
Es casi imposible pensar que un tiquete aéreo desde y hacia el interior está costando aproximadamente cuatrocientos ochenta mil pesos (480.000.oo) y la ruta Providencia-San Andrés-Providencia está costando quinientos mil pesos (500.000.oo). Pero, si es una persona enferma que viaja con acompañante y la EPS, no le reconoce sus gastos que lo más corriente ahora, entonces y si contamos con que esa persona se gana el sueldo mínimo legal, y que tiene que pagar hospedaje y comer y transportarse, tendrán que dormir en la calle y no comer. ¿Es esto justicia o equidad?
Pero peor aún, lo que vemos a diario es que los ricos compran los tiquetes en Decamerón en noventa (90.000.oo) mil pesos y a los pobres no nos queda otro remedio que comprar en Satena por medio millón, y si no tienes palanca para los cupos entonces te friegas. Pero aún no termina ahí, no importa si eres de la tercera edad o embarazada o discapacitada, tienes que quedarte de pie por horas en el counter, porque, si te cansas y te llegas a sentar en la mesa donde se revisan las maletas, desde arriba por las cámaras te mandan a decir con los vigilantes que está prohibido sentarse ahí, ya que las maletas valen más que el ser humano, y si te mueves y encuentras una silla afuera desocupada, que es casi una utopía, entonces te puede pasar dos cosas: no te ven en el counter y piensas que te fuiste o solo te saltan y montan a alguien que llama por teléfono sin hacer la fila por días que tú has hecho.
El monopolio asfixiante
Y la gran pregunta es: ¿Quien está al pie de esta situación? ¿Será el Presidente? ¿Los ministros? ¿Los Congresistas? ¿Defensoría del pueblo? ¿Diputados? ¿Alcalde? ¿Concejales? ¿Será que nadie ve lo que nos pasa? Seguimos en medio del monopolio, las guerras de poderes, y el pueblo en el medio sufriendo. Se fueron los dos otros aviones, o por presión o por no tener subsidio, o por lo que sea, solo sabemos que los que hay no cubren las demandas y que el pueblo sigue en la misma encrucijada. Esperamos soluciones, merecemos respuestas y las vamos a esperar, ojalá no por mucho tiempo. ¡Providéncianos, despierten. Luchen por sus derechos, únanse y defendamos nuestra dignidad, y protejamos lo nuestro. No nos sigamos matando, los enemigos son otros, nosotros somos hermanos ¡