
Expertos afirman que no es ni más virulenta ni más peligrosa, a pesar de estar a lo largo de Europa.
Un análisis de la Universidad de Basilea, la Escuela Politécnica Federal de Zúrich y el consorcio español SeqCOVID-Spain, liderado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), reveló este jueves que una nueva variante del coronavirus SARS-CoV-2 se expandió por Europa y otras regiones en los últimos meses desde España.
Los investigadores bautizaron esta mutación como «20A.EU1» y se logró confirmar su presencia en un 80 por ciento de las muestras analizadas desde España, un 90 por ciento de las del Reino Unido y un 30-40 por ciento de las suizas.
Y aunque en su trabajo los científicos matizaron que esta variante del coronavirus no es más peligrosa que otras, puede no tener un comportamiento distinto o ser la única prevalente en la segunda oleada europea, donde otras mutaciones han sido identificadas, vale la pena profundizar en este hallazgo.
Por lo general, se asume que la mutación de los virus los torna más peligrosos y lo cierto es que estos cambios genéticos son muy frecuentes, según explica Carlos Álvarez, infectólogo y coordinador nacional de estudios covid-19 para la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De hecho, afirma que las alteraciones no suelen tener un efecto en su comportamiento, por lo que es muy poco probable que una mutación los vuelva más agresivos.
Lo mismo sucede con el SARS-CoV-2, al que diversas investigaciones ya le han encontrado cambios en su huella genética, como la hallada en España.
«Estos pueden sonar alarmantes por la mala reputación de las mutaciones, pero no lo son», afirma el experto. Álvarez insiste en que estos fenómenos son «comunes, normales y esperables de encontrar», y más en virus del tipo ARN (como los de influenza, el VIH y el SARS-CoV-2).
En ese sentido afirma que los investigadores entienden que eso puede ocurrir y han estado alerta, tanto que al ser el virus más estudiado hasta ahora se ha demostrado que el coronavirus incluso muta menos que otros virus. Y aclara que estas modificaciones naturales del virus no afectan el desarrollo de vacunas y tampoco la manera de enfrentar la pandemia de forma general.
O en otras palabras, «no significa que para cada mutación tenga que existir una vacuna o un tratamiento para cada uno», remata Álvarez.
Sobre la vacuna
Justamente a partir de la información surgida este jueves, la autora principal de dicho estudio afirmó este viernes que la nueva variante del coronavirus surgida en España no tendrá ningún impacto negativo en el desarrollo de una vacuna. «Pensamos que la mutación no afectará la eficacia de la vacuna», dijo la científica Emma Hodcroft, de la Universidad suiza de Basilea, institución que lideró la investigación.
Según explicó, la vacuna apunta a partes específicas del virus que no están afectadas por la mutación.
Su afirmación es importante porque decenas de compañías farmacéuticas y de biotecnología están en distintas etapas de investigación y desarrollo de candidatas a vacuna, con una decena de ellas que se están ensayando de forma masiva para determinar su eficacia y nivel de seguridad.
En ese sentido, insistió en que el cambio genético sufrido por la nueva variante del coronavirus no ha aumentado ni su capacidad de propagación ni su severidad.
«Es muy importante aclarar que no hay evidencia de que la mutación es la causa de la propagación de esta variante y más bien pensamos que tiene que ver con los viajes», sostuvo Hodcroft.
«Los casos volvieron a aumentar en España mucho antes que en la mayoría de países europeos, con excepción de Bélgica, y esto coincide con el momento en el que los viajes se reanudaron», agregó.
Que pocos países pusieran como condición resultados negativos de test recientes para viajar y que se confiara en que la gente haría voluntariamente las cuarentenas pueden haber sido los mayores puntos débiles de las medidas de prevención que se estaban adoptando entonces.
La experta redundó en que es normal que los virus muten frecuentemente y, en el caso del SARS-CoV-2, causante de la covid-19, esto ocurre unas dos veces al mes.
«Esto es perfectamente normal, no hay nada de qué alarmarse. De hecho, el SARS-CoV-2 es un virus muy estable.
Lo que queremos transmitir es que aunque haya mutaciones, esto no cambia la estructura del virus ni cómo funciona», recalcó Hodcroft.
Tomado de El Tiempo