La semana pasada The Archipíelago Press consultó a uno de los lideres sociales más importantes de la isla sobre problematicas sociales de su sector y de asuntos generales que aquejan a las comunidades de las islas y éste habló desde su condición de lider espiritual que guía desde el pulpito de su iglesia a una numerosa feligresia de San Andrés.
Allí hizo duros cuestionamientos contra el Estado y contra el Gobierno, acusándolos de abandono de sectores importantes o de falta de politicas para enfrentar fenómenos como la deserción escolar o la drogadicción.
Dos días después de la publicación, el mismo guia espiritual y lider social, encabezó una numerosa comitiva politica que inscribió una candidatura a la Gobernación del Departamento y una lista de diputados a la Asamblea Departamental para las proximas elecciones regionales.
Se trata del pastor bautista Alberto Gordon May, quien ha venido combinando la teologia con el liderazgo social y la actividad politica, primero desde el Partido Liberal Colombiano que lo eligió representante a la Cámara y ahora con el Movimiento Integración Regional de Julio Gallardo Archbold, cuya candidatura a Gobernación del Departamento decidió apoyar en esta contienda.
Cuando Gordon May habla como guia espiritual o como lider social de una comunidad, está absolutamente legitimado para hacer reclamos categóricos como los que formuló en este mismo rotativo contra el Gobierno cuando afirmó que frente a los problemas de drogadicción y deserción escolar del Barrack “la parte gubernamental no ha prestado atención por lo que se dejó crecer demasiado la problemática, ya los niños y jóvenes se han orientado hacia lo mismo, no les está importando ni el trabajo ni la educación, están viendo la vida fácil, porque el gobierno de alguna forma lo ha permitido porque no ha querido enfrentar la realidad.”
Pero cuando ese mismo líder espiritual y social actúa como dirigente político, le corresponde parte de la responsabilidad que le traslada al Estado y a los Gobiernos. Gordon May fue durante cuatro años Representante a la Cámara por el archipiélago, a nombre del Partido Liberal Colombiano. Es decir que formó parte del mismo Estado al que ahora culpa de abandono de su barrio y de su comunidad. Y no solo porque en su periodo debió gestionar proyectos y ayudas para su comunidad, sino porque además lo que devenga un congresista a su paso por las cámaras legislativas es suficiente para que parte de su sueldo lo destinen para obras sociales o de filantropía.
De acuerdo con cálculos de la Revista Dinero, un parlamentario devenga mensualmente 24 millones 54 mil 349 pesos, entre salario básico, gastos de representación, prima especial de servicios, a lo que se debe sumar una prima navideña, pensión, salud, tiquetes aéreos, vehículos blindados, planes corporativos de telefonía celular, más la disponibilidad de presupuesto para pagar los costos de la unidad de trabajo legislativo de cada parlamentario. Solo en asignación salarial multiplicado por los cuatro años que ejerce un congresista, indica que percibe mil 154 millones 608 mil 752 pesos.
Estas cifras indican que la labor que un congresista puede hacer a favor de su comunidad no es solo gestionando proyectos de Ley en el Congreso o haciendo lobby ante las dependencias del Estado que deben ejecutar programas y proyectos de bienestar social, también pueden hacer aportes de su peculio y devolverle a la comunidad el favor popular que el pueblo les deposita cuando los elige.
Esta premisa aplica para todos los congresistas, incluido el pastor Gordon May que lo fue y para Jack Housni Jaller y Julio Gallardo Archbold. Máxime éste último que ya se ha elegido en cinco ocasiones como parlamentario por las islas y ha amasado una multimillonaria fortuna que proviene de los sueldos que ha recibido en el Congreso de la República y de varias agencias del Estado en las que éste ha nominado sus directivos en las islas.
Pero adicionalmente el congresista Gallardo ha recibido pagos extras de empresas privadas que tienen contratos con el Estado, y que no son propiamente ingresos permitidos por Ley. The Archipiélago Press tiene bien documentado el caso de una de estas compañías que le estuvo pagando cientos de millones de pesos al legislador y que hacen parte de una investigación que se entregará oportunamente a las autoridades para que avoquen su conocimiento.
De modo que quienes han sido parte de la estructura política en las islas no pueden lanzar acusaciones ligeras para trasladarle la responsabilidad de las problemáticas sociales o del llamado abandono estatal a los gobiernos y administradores, cuando ellos son corresponsables que a las comunidades no les lleguen las soluciones esperadas.
Las frases de reproche de Gordon
“El sector del Barrack está subdividido y cada uno tiene su problema social, pero de manera generalizada este barrio ha sido abandonado por parte de todos los gobiernos, que solo visitan en época de campañas”
“Ya es hora que el gobierno se interese por esta comunidad que tanto necesita, pues en más de 20 años no se ha acordado del sector.”
“Yo no estoy de acuerdo a que vendan drogas en la comunidad porque no podemos permitir que la drogadicción y el narcotráfico se conviertan en un estilo de vida o una alternativa en San Andrés, eso es inaceptable, pero se reconoce lo que ellos en muchas ocasiones dicen que no tienen trabajos y les toca mantener a su familia, pero no se puede pretender que un negocio ilegal se convierta legal, no importa como lo hacen, por eso hay que decirles que piensen en alternativas”.
“A simple vista se ve como niños entre los ochos años que están pensando en la vida fácil, porque es lo que están viendo en su entorno, pues se resalta que en muchas ocasiones los que consumen droga se sientan a la orilla de la calle, toman y consumen la droga, lo que se volvió como un atractivo para los niños porque es lo que ven, cabe destacar que estos en su crecimiento todo lo que ven intentan imitarlo, entonces se está dejando un mensaje que no es, si el gobierno no hace algo, esto va a ir de mal en peor, porque esto se convirtió en un problema social que no tendrá una solución.