Dos mujeres quienes pidieron el anonimato por tratarse de asuntos de su intimidad, entablaron sendas demandas a instancias del abogado Azael Cortina Torres para reclamar del medico cirujano Kamal Yehia Naji indemnizaciones por casi doscientos millones de pesos por presuntos daños causados en cirugías esteticas practicadas por éstas en sus glúteos para mejoramiento de sus figuras femeninas.
Las demandas fueron radicadas los días 10 y 14 de abril de 2014 ante el Juez Promiscuo Municipal dentro de un proceso verbal de menor cuantia y doble instancia, donde atribuyen al medico un errado tratamiento estético, para el levantamiento de los gluteos, en los que supuestamente se les inoculó a las pacientes unas sustancias cuyos resultados le han causado un enrojecimiento de las nalgas y dolor casi permanentmente en sus posaderas, lo cual impide que se pueden acostar de cubito dorsal.
Alegan que en varias oportunidades las demandantes han visitado al galeno en su consultorio y les han informado sobre el mal resultado del tratamiento y éste les ha recetado masajes con cremas que compraban en establecimientos de la ciudad, pero los resultados después de varios meses sigue siendo igual.
Afirman el abogado Cortina Torres en las demandas que “ante los resultados negativos mis clientas le han reclamado al demandado que no se encontraban conforme con lo solicitado para sus gluteos y este ha eludido su responsabilidad y no atiende los reclamos. Ante la negativo del galeno se recurrió a la Defensoria del Pueblo, para buscar una conciliación que ordenara el traslado de mi clienta a otra ciudada para solucionarle su mal tratamiento mediante el uso de rayos laser que le extrajera las sustancias inoculadas; conciliación que fue negativa.
Asegura además que “en ningún momento el demandado le hizo prueba algunas antes del tratamiento para saber si las sustancias que le iban a inocular polimetil metocrilato, resultaban perjudiciales a su salud, tal como se hace con varios medicamentos cuando los van a usar.”. De acuerdo con la demanda ambas mujeres le pagaron al cirujano cinco millones de pesos, y quedaron debiendo un saldo de dos millones de pesos, pero que no cancelaron por las consecuencias del procedimiento.
Asi mismo informan que debieron recurrir a un dermatologo de la ciudad para que le diagnosticara un tratamiento que le solucionara su malestar, pero éste les informó que solo con rayos laser podia extraer las sutancias inoculadas, lo cual le fue informado al galeno pero éste dijo que no pagaba nada y que hiciera lo que quisiera.
Frente a estas circunstancias las demandantes reclaman que sea condenado el medico Kamal Yehia Naji por daños fisicos a cada una de las mujeres por 50 millones de pesos y otros 40 millones de pesos para cada una por perjuicios morales debido a los sufrimientos fisicos, ya que éstas no pueden disfrutar de una playa, una piscina, ni mostrar los encantos de que fueron dotadas, pues les da verguenza usar vestidos de baño al ver el estado en que se encuentran sus gluteos. En tal sentido Cortina Torres estimó para cada caso daños fisicos y morales por 90 millones de pesos.
Como pruebas exhibe las historias clinicas, certificados medicos, material fotografico, actas de no conciliación en la Defensoria del Pueblo y piden peritazgos medicos y dermatologicos para que se determinen los daños.
The Archipielago Press buscó la version del galeno y el médico Kamal Yehia Naji rechazó las acusaciones y advirtió que todo se trata de intereses economics de sus otrora pacientes y de querer hacerle daño a su carrera.
“(…) se realizó unos procedimientos conmigo y todo estaba bien hasta que se fue para Barranquilla y allá se realizó otros procedimientos con otro médico sin que me diera previo aviso. No me consta que fue lo que se hizo pero tengo las fotos y los cambios son evidentes. Primero de cómo quedó conmigo y cuando regresó obviamente hay un aumento de tamaño bastante considerable y los glúteos no crecen de esta manera. Las fotos son bastante evidentes, yo les tomo fotos después del procedimiento y le tomo unas fotos cuando llega de Barranquilla, cuando empieza a referirme las complicaciones y se nota la diferencia con lo que yo había hecho. Aunque ella niega que su médico en Barranquilla le haya practicado cualquier procedimiento en región glútea, pero entonces porque van a cambiar de tamaño de contextura, color todo eso.”
El médico asegura que la casualidad se da después que ella empieza a referir esas complicaciones, también hay otra paciente, que inclusive esta es la hora que no me ha terminado de pagar el tratamiento. Ella se hizo el procedimiento pero mucho tiempo después se presenta al consultorio, con un dolor en la espalda y obviamente yo no le hice nada en la espalda. Yo la mandé por mi cuenta a una consulta con el neurólogo para descartar algún problema porque trabaja mucho tiempo sentada. Pero casualmente me nombra a la amiga de ella, porque son íntimas. Lo raro es que, de entrada, me piden que les devuelva la plata y un paciente que realmente esté sufriendo algún problema pide es ayuda médica. Están unidas porque el interés de ellas final es simplemente económico y dañarme el nombre, pero mi conciencia está tranquila yo sé lo que hice, no son las dos primeras pacientes, aquí en San Andrés tengo más de 300 pacientes con el mismo procedimiento que les hice a ellas.
Yehia Naji afirma que “yo fui a la Fiscalía donde se propuso una conciliación porque iniciaron una campaña de desprestigio a través de pin. Fuimos a la Fiscalía, nos citaron para una conciliación. Aceptó que si había enviado el mensaje y dijo que lo va a seguir haciendo hasta que yo le respondiera”.
Ante la pregunta sobre la cantidad de casi cien millones de pesos que reclama cada una de las pacientes, Kamal se limitó a sonreír y afirmó que “eso demuestra el interés económico de las dos, quieren sacar provecho de esa situación y la verdad a mí ni siquiera me han notificado de la demanda, me imaginó que lo harán esta semana. Estoy esperando con mis historias clínicas, con evidencias científicas que es lo que importa y el resto que lo decida un perito médico y el Juez, al fin y al cabo, ante todo está la justicia. Me van a dañar el nombre y de pronto va a haber un médico menos en San Andrés, pues no importa, me imagino que a nadie le interesa ese tema, porque al fin y al cabo los médicos estamos desprotegidos y más en esta isla, se quejan de escasez de médicos y nadie nos protege pero lo importante es la conciencia tranquila y profesional y todo lo hago con bases científicas e inclusive la técnica que utilicé con estas pacientes, la enseño a otros médicos, con esa práctica gané la maestría en Argentina. Que Dios las perdone por lo que están haciendo”.