La FAO determina 400 personas por kilómetro cuadrado, en la isla hay nueve mil. Antonio Colmenares Martínez, Especial para The Archipiélago Press
Las autoridades están de acuerdo: Si no se hace ‘algo’, la situación, en relativamente poco tiempo, sería dramática por falta de los mínimos vitales de agua potable y la imposibilidad de cumplir con la demanda de servicios básicos de alcantarillado, energía eléctrica, salud y especialmente de empleo. El censo de 1995 arrojó la cifra de 85 mil habitantes, pero 19 años después esta cifra está rondando algo más de las cien mil almas que intentan acomodarse en este ‘paraíso’ del caribe, en su mayor parte, personas de estratos bajos que llegan desde el interior del país con la esperanza de una vida mejor y que habitan, junto con los isleños raizales, en 45 barrios.
La gobernadora, Aury Guerrero Bowie, considera que para analizar la súper población hay que hablar de dos factores distintos: uno es el de los nacimientos en la dinámica interna propia y otro es el de las personas que llegan para hacer de San Andrés su casa. “El número ha aumentado y además está llegando población desplazada y el mejor control es estar pendientes de que quienes entren como turistas salgan en los plazos establecidos. En cuanto al crecimiento natural ha habido años más altos que otros pero en resumen el crecimiento es preocupante porque la demanda de servicios públicos y de salud es cada vez mayor”, dijo la mandataria seccional.
Para la señora Guerrero Bowie, la Oficina de Control de Circulación y Residencia – Occre- debe ser independiente, no como ahora que es una dependencia de la Gobernación. “Debe tener un cuerpo que se dedique de manera íntegra al control poblacional con unas campañas muy fuertes, con especialistas que no se presten para infringir la normatividad”, indicó.
La Occre
Joseph Barrera Kelly, Director de la Oficina de Control de Circulación y Residencia –Occre-, se mostró muy preocupado y recordó que ha reiterado “que el tema de la superpoblación es muy delicado y hay muchos políticos que no lo han entendido”. Para este funcionario el fondo real es de supervivencia individual y familiar y porque el ecosistema no aguanta el impacto de la cantidad de personas que viven aquí y las que siguen llegando al Departamento Archipiélago, además de los nacimientos diarios.
Observa Barrera Kelly que es de público conocimiento que hay un grave problema de agua potable, la mayor parte de los acuíferos están contaminados y sobre explotados, ese es un grave problema ambiental, aparte del tema del manejo de la basura que se torna inmanejable.
Además hay falta de oportunidades para puestos laborales, el desplazamiento interno de la población raizal y continentales residentes y la cantidad de servidores públicos que están llegando a diferentes instituciones en cargos que pueden y deben ser ocupados por personas del departamento, dan un marco crítico.
“Es fundamental la autonomía financiera y administrativa de la Occre porque en el concierto de las islas del caribe, San Andrés está retrasada en materia de control de densidad poblacional y se debe trabajar muy seriamente al respecto, no puede ser que la gente llegue y se quede en un territorio tan reducido”, comentó.
Policía debió aumentar el pie de fuerza
El Coronel, Haidiber Restrepo, Comandante (e) Departamento de Policía San Andrés, opinó que la sobrepoblación en la isla, significa que se debe aumentar el número de Policías. Porque, en su concepto, al haber tantas personas residenciadas sin oportunidad de empleo, cabe la posibilidad de que se incremente el número de hurtos.
“Ya vamos por el segundo curso de policías isleños preparados en el Centro de Instrucción Local y llegan a 170 agentes nativos y, además, hay en formación 35 estudiantes que próximamente saldrán como patrulleros. En general en San Andrés hay 580 policías con equipo de transporte para el desplazamiento por todo el territorio”, informó.
Falta inversión
Leandro Pájaro Balseiro, Zar anticorrupción y legendario veedor ciudadano en las islas, coincidió con autoridades, en que la situación de súper población es crítica y la califica como muy preocupante. “Las reservas de agua están casi agotadas y hay actitud irresponsable por parte del operador privado, Proactiva, que en nueve años no ha sido capaz de disminuir el 75 por ciento de pérdidas de agua por el mal estado de la red obsoleta con más de 35 años”, denunció.
Hacinamiento en la cárcel
El Sargento Héctor Peña, comandante de Guardia y director (e) de la Cárcel Nueva Esperanza, declaró que la superpoblación de la isla repercute en la penitenciaría, porque con tanta gente sin las mínimas oportunidades de empleo existe el peligro de que algunas personas tomen la determinación de delinquir. “En este año con la ley 1709 del 2014 intentamos que la población carcelaria disminuyera pero por la problemática de la isla, al contrario aumentó”, afirmó.
En este momento hay 224 personas recluidas entre ellas 17 mujeres y más de cien con casa por cárcel, es decir que hay 324 reclusos en la isla y podrían ser más. Ha habido momentos en que se ha disminuido la población carcelaria por el trabajo de la directora titular,Nancy Esther Lanuza, el personal del Inpec, la Juez de ejecución de penas y la defensoría de Pueblo que lograron, con la nueva ley, bajar la cifra a 201 internos pero la constante comisión de delitos hace que el número aumente constantemente. La cárcel está excedida porque la capacidad es para 139 cupos y hay 224 personas.
Espacio vital saturado
Para el diputado isleño raizal Arlington Howard, la situación es muy dramática porque la isla tiene 27 kilómetros cuadrados pero de ellos solo 16 permiten generar alguna actividad. Lo demás son manglares, humedales y en general espacios donde no se puede habitar ni adelantar ninguna actividad. “El Censo del 95 arrojó como resultado que hay 85 mil personas lo que supone que por kilómetro cuadrado hay nueve mil habitantes. Esto va en contravía de lo que se considera como espacio vital pertinente según la FAO y que indica que por kilómetro cuadrado solo debe haber 400 personas.Según estadísticas del Hospital y de la Secretaría de Salud, al año nacen cerca de 900 personas, es decir que en diez años serían 10 mil personas más”, señaló.
Crecen los barrios
Hace 22 años Margarita Coneo Contreras, presidenta de la junta de acción comunal del barrio César Gaviria, llegó a lo que ahora es la urbanización César Gaviria y que junto con Nuevo México, Zarabanda, Las Tablitas, San Francisco de Asís, era un sector sin servicios, no había nada más que el ruido de los aviones que carreteaban por la pista que está muy cerca, pero nada más. Se consiguió la instalación de la energía eléctrica pero falta alcantarillado, las vías están en pésimo estado, el parque está en avanzado deterioro, las aguas negras pasan por la mitad de las calles. En estos lugares se nota que sigue llegando mucha gente y se evidencia por la presencia de varias familias en cada casa.
En resumen, no se controla la densidad poblacional solo se hace control
a la circulación y residencia pero no basta. La falta de espacio, la escasez de vivienda digna, el aumento de la demanda de servicios públicos y de salud pero muy especialmente la falta de agua marca la preocupación de las autoridades. Porque en San Andrés el agua de lluvia se almacena en cisternas, en tanques y es la que se utiliza para los alimentos y cuando no llueve se debe recurrir al agua que se substrae del subsuelo y como no es un recurso renovable se está agotando.