Bucear es descubrir otro mundo. Uno de los expertos instructores de San Andrés Diver, Martín Bart, asegura que bucear es algo seguro y que a cualquier edad se puede practicar, siempre y cuando la persona no tenga problemas de salud graves. Se pensaba que era una práctica destinada a personas especiales, pero se ha demostrado que eso no es cierto.
“Niños desde diez años hasta personas adultas que no tengan problemas graves de salud, pueden hacerlo. Nuestra escuela tiene características muy especiales, con todas las normas de seguridad, líneas se descenso, piscinas especializadas para atender todas las necesidades de los interesados”, dijo.
Es decir que hay una gran infraestructura montada y personal humano muy entrenado. En total son cuatro instructores, personas capacitadas para atender grupos hasta de 15 personas y se van felices porque cumplen los sueños y hay hasta quien no saben nadar y puede tranquilamente hacer su inmersión.
“La gente sale feliz porque hace un gran buceo, el sitio en donde estamos es muy lindo, hay muchos corales, los peces están acostumbrados a que les damos alimento y están alrededor de las personas buscando que comer, la temperatura del agua, las condiciones porque no hay corrientes, no hay fuertes oleajes, el sitio está hecho como para esa práctica, todo eso hace muy agradable el buceo”, dijo Martín.
En el sector del Cove hay excelentes y seguras condiciones, escaleras, boyas y líneas de descenso, pero también la piscina en donde se entrenan las personas antes de ir al mar abierto. Es una piscina que cumple con todas las características, con las diferentes profundidades para que se sientan cómodos y poco a poco bajen para que se acostumbren al cambio de presión en sus oídos y se vayan entrenando, así se den cuenta que es lo que les va a pasar en el mar, de manera que cuando llegan al sitio en sí, están suficientemente entrenados para no tener ningún percance ni se les vaya a dañar su buceo.
“Las personas que toman el mini curso, tienen una primera experiencia, no quedan con certificación pero quedan bien entrenadas, reciben una teoría de 30 minutos mientras se revisa todo el equipo, para conocer cómo funcionan y para qué sirven y les damos una charla de señales que es la comunicación bajo el agua. Después se pasa a la práctica que es cuando la persona se familiariza con el equipo, coordina la respiración y cumple unos ejercicios básicos que previamente nosotros explicamos. Las personas que cumplen esos objetivos y pasan al mar, pero cuando no pueden cumplir, no nos puede acompañar por medidas de seguridad”, aseveró Martín.
El 97 por ciento de las personas tienen un buceo exitoso porque se hace con mucha calma, con mucha tranquilidad.
Esta es una escuela de buceo completa y las personas que hacen el mini curso pueden continuar con el curso completo y avanzado.
“Quienes ya vienen certificados les damos las aventuras de buceo sencillo o doble, en San Andrés tenemos unos 50 sitios de buceo con diferentes características. Según la experiencia que tenga la persona los llevamos a ciertas profundidades.
Los esperamos, no les de miedo es algo seguro y tranquilo y muy fácil y siempre estamos los instructores y guías para cuidarlos y estar pendientes, así que los esperamos serán bienvenidos”, concluyó el experto.