Noviembre 19, día departamental de la indignación isleña. Para San Andrés esta fecha fue especial porque se puso de manifiesto que no hay ninguna posibilidad de que esta herida se cierre. En un acto especial que incluyó la celebración de una misa en la plazoleta Coral Palace, frente a la sede de gobierno departamental, se leyó la ordenanza por medio de la cual se declaró el 19 de noviembre como el Día de la indignación isleña.
Antonio Colmenares Martínez
El mar les duele a todos, con excepción de los ignorantes que creen que es solo una inútil masa de agua. El mar es una gran despensa y no separa pueblos, el mar une, alimenta, enseña y se hace respetar. Los 75 mil kilómetros cuadrados de mar territorial que hasta el momento tiene perdidos Colombia, representan el nicho de supervivencia de una gran familia raizal que este 19 de noviembre volvió a llorar sobre el fallo de la Corte Internacional de Justicia y se declaró en estado de indignación y duelo.
Durante siglos el pueblo raizal protegió el mar, ese mismo mar por el que pasan indiferentes la vista algunos habitantes del continente colombiano, porque desconocen el valor que representa para un gran colectivo de seres humanos que viven de él. Esa ignorancia causó dejadez en la diplomacia colombiana que apenas de soslayo asistió al proceso que adelantaba la Corte Internacional de Justicia, mientras que un solo diplomático nicaragüense, que ‘se fue a vivir’ a La Haya, logró el despojo que desde hace un año padece Colombia.
Sí. Pasaron doce meses de haberse conocido el fallo, entre incertidumbre, tristeza, críticas y muchos anuncios del gobierno que no se han cumplido o que se cumplen a medias. Pasó un año, en el que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, reforzó el imaginario de defensa de soberanía con más naves y pie de fuerza y con el apoyo de una fuerza naval, de la que se sabe, está llena de moral y dispuesta a defender cada centímetro de territorio. Otro de los destellos presidenciales fue la declaratoria de inaplicabilidad, que para los isleños fue necesario pero insuficiente porque quieren escuchar que este fallo no se acata.
La gobernadora Aury Gurrero Bowie, habló de la incertidumbre de no saber si es aplicable o no, pero indicó que no se puede abandonar la fe y la fortaleza, instó a la acción constante y a manifestar lo que se siente frente a este problema, considera la mandataria, debe ser la actitud. “Para mí es significativo conocer, cuál debe ser el proceder, qué debemos hacer, cómo podemos aportar para que en el componente jurídico la determinación de La Haya se pueda modificar y se pueda recuperar para el archipiélago ese mar que es nuestro”, dijo.
La ceremonia religiosa fue de corte católico y el oficiante fue el titular de la Parroquia San Francisco de Asís de San Andrés, sacerdote Marcelino Hudgson Reeves, quien recomendó no acostumbrarse al dolor ni a las cicatrices porque la pasividad podría costar la pérdida total, sin que haya posibilidad de recuperar lo que es una obligación recuperar por el gran derecho de propiedad que le asiste a los pueblos raizales acompañados hoy en día por los residentes venidos de todas las latitudes y que se han convertido en los más aguerridos defensores de la soberanía, tal vez porque conociendo el resto de Colombia, valoran lo que es el archipiélago para el concierto nacional.
Durante la jornada de rememoración de la tragedia fronteriza, los asistentes lucieron cintas negras y moradas en el pecho en señal de duelo y una manilla con el tricolor nacional.