
En medio de la crisis que ha profundizado el actual Gobierno en el sector salud de los colombianos al precipitar la quiebra total de las EPS, aplicando su estrategia del shu, shu, shu, para que se desplomen una detrás de otra como fichas de dominós, el presidente de la República Gustavo Petro Urrego pareciera estar sufriendo una especie de Karma, ya que su señor padre no ha podido recibir atención médica, al parecer por el bloqueo de particulares al sitio de residencia del padre del jefe de Estado, según denunció éste.
Desde su cuenta de X, Petro denunció: «En estos días la perfidia compañera de la codicia ha estallado al máximo. Mi papá tiene 90 años, se ha caído 3 veces con hospitalización, los médicos solicitaron que lo cuidara una enfermera, un anónimo al servicio de la perfidia prohibió que la enfermera entrará al edificio donde vive mi papá.
Saben que así golpean al presidente, quitándole la ayuda vital al papá.»
Según las religiones dhármicas, el karma (en sánscrito) es una energía o ley cósmica trascendente (invisible e inmensurable) que se genera a partir de los actos de las personas.
El karma, principalmente en el occidente, a menudo se malinterpreta como destino, fatalidad o predeterminación; sin embargo estos conceptos tienen una terminología específica en sánscrito conocida como Prarabdha.
El karma explica los dramas humanos como la reacción a las acciones buenas o malas realizadas en el pasado más o menos inmediato.