Foto tomada de Island Home Land News y El Isleño. /Evitar el uso de manguera por el desperdicio de agua y enseñar a los niños a no desperdiciar el agua, son solo dos de las quince recomendaciones que ha hecho el Ideam y el Ministerio de Ambiente a todos los colombianos frente a la sequía que se avecina. Pero el alcalde de Providencia, Arturo Robinson Dawkins como máxima autoridad de su municipio da un mal ejemplo al hacer todo lo contrario.
Las autoridades ambientales son las encargadas de preservar las fuentes hídricas y minimizar de este modo los riesgos asociados a la falta de agua por sequía.
Luego del Consejo de Ministros desarrollado hace pocos días en Soledad, Atlántico sobre el fenómeno de El Niño y dado el alto grado de vulnerabilidad que varias regiones del país vienen presentado frente al desabastecimiento de agua por sequía, el Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Luis Felipe Henao Cardona, recordó que este tipo de eventos tienen origen en problemáticas ambientales, de orden territorial, de planificación y crecimiento de las ciudades y por lo tanto hizo un urgente llamado a los prestadores del servicio público de acueducto en todo el país para que en coordinación con las respectivas alcaldías formulen y activen sus planes de contingencia.
“La sequía, reflejada en la disminución de la oferta del recurso hídrico, es consecuencia de una problemática ambiental asociada a diversas causas como deterioro de los suelos, falta de protección de la ronda de ríos, deforestación, entre otros, y no de un evento particular que ocurre de un día para otro”, señaló el Ministro Henao. Sin prejuicio de esta problemática, el compromiso de este Ministerio es generar acciones que le permitan a las entidades territoriales y prestadores del servicio de acueducto reaccionar de manera adecuada con el objeto de asegurar el líquido vital a los ciudadanos.
“Nuestra competencia como Ministerio de Vivienda es la de fortalecer los sistemas de alertas tempranas, así como apoyar los procesos de planificación que se convierten en pieza fundamental para la atención y el manejo de desastres, es por esto que desde el año pasado iniciamos un urgente llamado, para que todos los municipios en coordinación con las empresas de servicios públicos del país, tuvieran activos sus planes de emergencia y contingencia para enfrentar el fenómeno de El Niño y así estar preparados ante posibles desabastecimientos o cualquier alteración en el suministro de agua por causa de la sequía”, explicó el Ministro de Vivienda. Estos planes de emergencia y contingencia, no corresponden solo a la acción inmediata una vez ocurre el suceso de desabastecimiento, como la utilización de carrotanques, sino que deben estructurarse como mecanismo de prevención y reducción del riesgo que den el conocimiento de las condiciones de amenazas y vulnerabilidad de los sistemas de acueducto.
Según el Ideam, para el mes de julio la temporada seca de mitad de año se focaliza en la Alta Guajira y se caracteriza por ser un mes durante el cual se presenta una disminución de las precipitaciones en zonas como la Sierra Nevada de Santa Marta, en el Litoral Central y en el Bajo Magdalena y en la cuenca de los ríos Sinú y San Jorge y en el Bajo Nechí, en el área de Urabá y en el Archipiélago de San Andrés y Providencia.
Por eso hacemos un llamado a las Corporaciones y autoridades ambientales para atender el fenómeno del niño desde una concepción ambiental y de ordenamiento alrededor del cuidado y preservación de las cuencas hídricas. Frente a las recomendaciones para la comunidad, el Ministro Luis Felipe Henao Cardona sugiere seguir 15 acciones sencillas que al convertirse en un hábito ayudan que las emergencias por escases de agua sean menores:
Examinar las llaves de agua, cañerías y tuberías de los exteriores por si tienen fugas, hacer uso de los sistemas de recolección de agua lluvia en las casas, las cuales pueden ser usadas para lavado de ropas, aseo de las viviendas e instalaciones sanitarias, regar las plantas y jardines únicamente dos veces por semana, en horas de la noche o temprano en la mañana, preferiblemente implementando sistemas de riego por goteo, cuando se laven los platos a mano, utilizar una tina para lavarlos y otra para enjuagarlos. Nunca debajo del chorro de la llave abierta, tomar duchas de corta duración y cerrar la llave mientras se enjabona, utilizar un vaso con agua para cepillarse los dientes. No dejar la llave abierta, cerrar la llave mientras se afeita, utilizar un recipiente o el tapón del lavabo para afeitarse, lavar los vehículos en sitios establecidos para tal fin; si se lava en casa; utilizar solo un balde de agua, enseñar a los niños a no desperdiciar el agua, revisar periódicamente que el flotador de los inodoros esté funcionando correctamente, instalar sanitarios de bajo consumo, revisar los empaques de las llaves al menos 2 veces por año, recolectar el agua que sale de la ducha mientras se espera que se caliente con el fin de utilizarla para plantas o sanitarios, utilizar la lavadora para cargas completas evitando su uso para pocas prendas, evitar el uso de manguera por el desperdicio de agua.