Michael José Ramírez Guanga, identificado con cédula de ciudadanía número 1.123.629.223 de San Andrés, nació el 18 de marzo de 1992, tiene una estatura de un metro sesenta y ocho centímetros, reside en el barrio ‘Las Tablitas’, y fue presentado en la presente semana a las audiencias preliminares que se desarrollaron en el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal con Funciones de Control de Garantías, donde la Fiscalía leimputó el delito de ‘Hurto Agravado y Calificado’, por lo que el Juez de la causa a petición del ente acusador le dictó ‘Medida de Aseguramiento’ en el establecimiento carcelario ‘Nueva Esperanza’.
Los hechos se circunscriben en la madrugada del 26 de abril Alvin Kelly Torres, y su esposa cerró su establecimiento de comercio como normalmente lo hacen. Se dirigieron a comer algo, por ahí cerca, es decir, una comida rápida, luego de ello, se dirigieron a su residencia que se encuentra ubicada en el barrio ‘Sarie Bay’, concretamente por el edificio ‘Ligín’, cuando iban llegando al apartamento de residencia, se percatan que venía una motocicleta persiguiéndolos, nota una situación como rara, sin embargo continúan, pero, pasado un instante, Michael José Ramírez Guanga, con otro joven que se movilizaban en dicha bicicleta, con el rostro algo cubierto, los abordan, los hacen caer al piso, intimidando a sus víctimas con armas blancas, cuchillos, les raponean las joyas de oro, cadenas, la señora por tratar de mediar por su esposo, la reacción fue tumbarla al piso, en ese mismo instante, se cae el dinero del producido diario, cerca de cinco millones de pesos, cogen la cadena de oro y el dinero y emprenden la huida en la misma motocicleta en la que llegaron, pero tras de ellos, la víctima se recobra, toma su vehículo y los persigue.
Los ladrones toman la ruta del barrio ‘Las Tablitas’, al llegar allí, descubren sus rostros, la víctima se da cuenta perfectamente de quienes eran los que unos minutos antes, a él y su esposa, los habían asaltado, y apoyados por efectivos uniformados de la Policía Nacional que habían sido informadosde la situación, se realizó la persecución conjunta. Cuando logran llegar a su guarida, los asaltantes, dejaron abandonada la motocicleta en la que se desplazaban, trepan una pared, y por ahí mismo se esfuman, y se pierden, por lo que no se logra producir la captura, pero son precisamente los policiales quienes los reconocen a sabiendas de quienes se trataba, por ser los uniformados del cuadrante.