Para el Movimiento AMEN-SD, es necesario que el pueblo raizal aproveche esta oportunidad para conectarse con su núcleo, descubrir valores, reflexionar sobre lo realizado y acabar con los conflictos. Raymond Howard Britton, Presid. AMEN-SD: “De modo que esta es una oportunidad de conectarnos con nuestras raíces y para entender que en este periodo podemos reconstruirnos y que no sólo debemos hacerlo como pueblo sino a San Andrés y Providencia desde una perspectiva de quienes somos.” Una nueva generación de isleños debe surgir y hacer de las Islas un lugar digno para vivir, donde la comunidad raizal no sea excluida y pueda hacer parte de las bendiciones que ofrece esta tierra, señala el líder religioso y social. Antes de oposición, Howard Britton dice que estos son tiempos de unidad, de apoderarse de una nueva realidad para que el pueblo isleño sea bendecida y viva en paz.
Por: Daniel Newball H.
La intensidad de los conceptos hacia la posibilidad de un gobernante de origen extranjero para las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y un rechazo radical hacia las injerencias de lo que se ha denominado por parte de la Autoridad Colectiva Raizal del “sistema”, parece ser que ya fueron reemplazados por un discurso moderado y conciliatorio cuando su principal vocero y Presidente del Movimiento Étnico por la Autodeterminación del Pueblo Raizal de las Islas de San Andrés y Providencia, el pastor Raymond Howard Britton, calificara esta semana este periodo gubernamental que inicia el primero de enero de 2016 como de transición para el pueblo ancestral de las Islas.
El dirigente y activista social se refiere de esta manera a que, en lugar de acentuar en los conflictos, este periodo debe ser de reflexión, conciliación, siembra de valores y reorganización por parte de la Comunidad Raizal para analizar que errores se han cometido en el camino y poder encontrar así soluciones para lograr una verdadera inclusión de la comunidad ancestral en lo que ha denominado “la leche y la miel” de la prosperidad de la que muchos extranjeros, señala, han sido bendecidos pero que los habitantes ancestrales han sido excluidos.
“Pienso que es un concepto que debemos adoptar con una mente calmada y para ver cómo estamos y llegamos a ser lo que somos, definir cómo llegamos a esta instancia.
“Las personas pueden entender las cosas y las pueden ver, debemos entender que en estos momentos hemos entrado en un tiempo de transición.
“Un periodo de transición no es malo, dependiendo de nuestra disposición, este periodo puede ser malo o puede ser bueno. Pero, ¿Qué es un periodo de transición?
“Es un periodo para que las personas reflexionen para que estén reconectados con el núcleo de nuestras raíces, averigüemos quienes somos como pueblo y en cierto sentido es bueno pensar que la gente empiece a estar conectados con su raizalidad y de esta manera este periodo de transición va a permitir que grandes cosas ocurran.
“En la palabra profética de Jeremías, el profeta le decía a su pueblo que debían entrar en un periodo de transición por siete años en Babilonia con una nueva mentalidad, comprendiendo que Dios es una Dios de cosas nuevas y le dijo a su gente que construyeran casas, plantaran viñedos, hicieran negocios y constrúyanse en este periodo de transición.
“La gente debe entender que este periodo de transición para el pueblo judío fue uno de los grandes renacimientos del pueblo de Dios, en este periodo de transición fue donde se sentaron y construyeron grandes cosas, en el Nuevo Testamento fue donde el Judaísmo fue armado de nuevo.
“Fue donde el pueblo se forjó nuevamente como un pueblo, fuerte, se reconectaron nuevamente con sus valores, con su raizalidad y con la opción y visión de su comunidad que fue pasado a ellos por Moisés.
“De modo que esta es una oportunidad de conectarnos con nuestras raíces y para entender que en este periodo podemos reconstruirnos y que no sólo debemos hacerlo como pueblo sino a San Andrés y Providencia desde una perspectiva de quienes somos.
“La invitación es para toda la gente que vive aquí y ese es el mensaje que les llevo y no es nuevo, pienso que todo lo que nació aquí debe salir de su centro de raizalidad, de su modo de vida y cosmovisión.
“Que los gobiernos y la economía debe fluir en esa perspectiva, que la política pública debe fluir en esta opción pero debemos saber quiénes somos de modo que debemos reconectarnos a eso y pienso que el periodo de transición a los israelitas ocurrió porque se desconectó con sus raíces y ese periodo de transición les permitió reconectarse consigo mismos”, afirmó el líder religioso.
También explicó que en lugar de una oposición al gobierno entrante, la postura de la Autoridad Raizal es de conciliación y que cuando se habla de transición se debe incluir a todos los habitantes de las Islas y con sentido de pertenencia.
“Este territorio ha bendecido a tanta gente, pero una de los aspectos más dolorosos es que la gente raizal estuvo excluida del proceso y en los albores de este tiempo debemos concluir que una nueva San Andrés debe empezar a construirse desde aquí porque mucha gente ha sido excluida del fluir de la leche y la miel que pasa aquí, pero una oposición como tal al Gobierno no haremos.
“Una verdadera alternativa no piensa en una oposición piensa más bien inicialmente en una unidad, en apoderarse de una nueva realidad para que nuestra gente sea bendecida y tengan paz, que es precisamente nuestro núcleo”, concluyó.