En un recorrido habitual por las calles más transitadas del archipiélago, vemos la facilidad de los habitantes de la isla para deshacerse de sus basuras y/o elementos en mal estado, sin tomar en cuenta la frecuencia y los horarios con que pasan los camiones recolectores para evitar que las mismas se acumulen por muchas horas en los sitios de almacenamiento, causando toda suerte de problemas ambientales, paisajísticos y de salubridad pública.
Es muy preocupante que cualquier esquina de la isla de San Andrés se vuelva un botadero de basura por la falta de identidad de algunos, que no tienen ningún reparo en salir a altas horas de la noche y dejar sus elementos en estos lugares para no ser identificados.
De igual manera, la falta de tapa en los huecos del alcantarillado también representa un peligro inminente para los conductores de motos y carros, que sin darse cuenta de estos, pueden provocar accidentes fatales.
Ante esto la comunidad con su fuente de creatividad ha optado por hacer sus propias señalizaciones con el objetivo de evitar graves accidentes, colocando madera y partes de lavadoras que no sirvan.
Muchos han hecho el llamado publicando sus quejas por la red social “Facebook”, pero esto no ha causado que la entidad de aseo haga su visita respectiva al lugar.
Ante estas imágenes observa como si los carros de la entidad de aseo de la Isla de San Andrés no pasaran a recoger los desechos que los habitantes del sector sacan diariamente. Así mismo, se contrapone el aviso que tienen, de colocar multas por poner basuras en ese lugar, y es notable las condiciones tan deplorable que se encuentra a lo largo de la avenida Juan 23, en una de las entradas del Cliff por esta situación. Estos desechos a la deriva generan vectores, que en estos momentos pueden generar virus como el Zika, Chicunguña y Dengue.