En la Avenida Boyacá o “calle de las proveedoras”, existe un teléfono público que aún se encuentra intacto pero que ya no cuenta con los repuestos ni la tecnología para poder seguir funcionando, en la esquina de la avenida 20 de Julio con Américas, y en medio de un arbusto, se encuentra un teléfono público que, dicho sea de paso, aun transmite corriente y sigue intacto en su puesto. Justo en la esquina de la avenida Los Libertadores con Duarte Blum existe aún el teléfono público que, incluso, sirvió para que los reporteros radiales enviaran sus informes a nivel local y nacional sobre lo que acontecía en el sector, frente a las instalaciones del Centro de Formación Turística, Hombres de Mar y Servicios del Sena existe aún el plástico que recubría el teléfono allí instalado sin razón alguna de para donde cogió el equipo en sí.
Por: Daniel Newball H.
Hubo un tiempo cuando las cabinas de teléfono público resultaron bastante útiles para cientos de personas en la isla logrando desde enviar un mensaje a casa de que todo estaba bien hasta salvar vidas, ya sea llamando a la policía o a una ambulancia para recoger un herido maltratado por un accidente de tránsito.
Eran tiempos en que no existían ni los celulares ni mucho menos los Smartphone, sólo había teléfonos fijos a los cuales se debía llamar para comunicarse y para lo cual sólo existían los teléfonos públicos en las calles, los cuales sirvieron de gran utilidad desde su implementación en San Andrés desde los años 90.
Sólo fue cuestión de que empezaran a aparecer los primeros teléfonos móviles celulares para que estas piezas de museo pasaran al olvido y quedaran instalados sin que nadie los reparara ni volviera a determinar, situación que deja en estos momentos con la incertidumbre sobre que va a pasar con estos equipos de comunicación que aún permanecen fijo en algunos lugares de la isla pero que cuentan con una tecnología obsoleta e inservible para los avances de los tiempos modernos.
En la actualidad se adelantan campañas por parte de la Gobernación Departamental, La Asociación Nacional de Industriales y la Corporación Ambiental Coralina para recolectar residuos sólidos electrónicos en toda la isla, residuos que requieren de tratamientos especiales debido al material y los componentes de los que están hechos y cuyo tratamiento pueden tener injerencia directa sobre la conservación del medio ambiente local.
Sin embargo, la tarea de recolectar estos teléfonos públicos no resulta una tarea fácil porque, a pesar de lo que se puede creer, aún estos equipos tienen dueño y es necesario que decida si son o no son de utilidad. “Es una buena iniciativa lograr que se puedan remover y darle un buen destinatario a estos equipos obsoletos, sin embargo, es deber de la empresa telefónica que los instaló para que decida qué futuro les va a dar.
“Ellos son los que deberán decidir si esta tecnología es buena o debe ser retirada para que ellos sean los que nos entreguen los equipos para poderlos evacuar de la isla”, dice el Director de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos Domiciliarios Albron Hebron Corpus Robinson. El mal aspecto que presentan estos equipos generan incomodidades, tal como al médico Richard Palacio, quien a través de su cuenta de la red social de Facebook ha venido publicando fotografías y afirma que “es hora de que sean retirados ya que afean las calles de la isla y porque ya no son útiles en estos tiempos”.
En ciudades como Bogotá, precursora en Colombia en la colocación de teléfonos públicos, la Empresa de Teléfonos de Bogotá realizó el proceso de retiro de estos servicios con la colocación de equipos con una ranura para tarjetas prepago, servicio que quedó obsoleto al incursionar el servicio de recargas por Internet por parte de las empresas de telefonía celular.
Por lo pronto, ya se cuentan alrededor de unos 10 de estos teléfonos públicos en la isla que, si bien pueden constituirse en piezas de un museo para que las nuevas generaciones conozcan cómo se comunicaban sus padres o abuelos, sean retirados para que se puedan despejar las calles y mejorar el aspecto de un destino turístico que cada vez es más visitado por turistas de todo el mundo.