The Archipiélago Press conoció una maqueta digital que contiene un diseño de lo que sería un proyecto inmobiliario que la cadena hotelera Decamerón estaría pensando en construir en el antiguo terreno donde funcionó el viejo Coliseo de San Andrés, Sanandresito, el legendario establecimiento de comida de mar Jugosito y la cancha de tenis del Club de Tenis de San Andrés, las cuales fueron desalojadas del lugar en una intensa disputa que adelantó la compañía hotelera con el argumento de requerir dichos predios para poder construir el Centro de Convenciones a que se había obligado con el Gobierno Nacional.
El proyecto que está identificado como Artlantis, parece que estaba concebido desde el principio aunque Decamerón nunca habló públicamente de él, por cuanto el diseño de la maqueta integra el hotel y centro de convenciones ya construido, el cual aparece en color blanco, y el diseño arquitectónico de lo que sería esta torre de apartamentos, en los colores y estructuras con los que se proyecta edificar esa obra.
De acuerdo con la referida maqueta, el proyecto se construiría en toda la esquina del enorme lote que se le entregó en concesión a Decamerón, en toda la esquina que colinda frente al hotel Toné Beach, una privilegiada esquina frente a la mejor playa de la ciudad, en un predio que hoy día está libre de edificaciones y donde Decamerón guarda materiales y contenedores.
El 2 de mayo de 2012 cuando Manuel Martínez Sistac, abogado contratado por la cadena Decamerón para adelantar el proceso de lanzamiento del establecimiento Jugosito de ese predio, a lo largo de las 30 páginas de su extenso memorial ante el Juzgado Único Administrativo de San Andrés alegó que “(…) refiriéndose al Centro de Convenciones de San Andrés, el cual es un hecho notorio no necesario de probar se construirá exacto en el lote de mayor extensión que él, en uno de menor extensión que hace parte del mayor, ocupa (…)” el demandado Rodrigo Marín Ospina, propietario de Jugosito.
De hecho, los argumentos jurídicos del abogado Martínez Sistac estaban orientados a responsabilizar al propietario del Jugosito, de la no ejecución a tiempo del proyecto de Centro de Convenciones y la supuesta afectación social y económica que ello traería para las islas.
“Si el demandado arrendatario no restituye el local comercial arrendado al vencimiento del contrato, esto es, el día 30 de junio de 2012, su porfía le ocasionará graves perjuicios no solo a la sociedad demandante que por esta fuerza mayor no construirá el Centro Internacional de Convenciones de San Andrés y Providencia, si no principalmente al pueblo al cual, como ya se explicó, intereses privados o de lucro por sobre el interés general o altruista, egoístamente le retardarían el disfrute de lo que sin duda será y marcará un hito histórico como escenario por excelencia para la expresión y la conservación de su cultura raizal y caribeña, cuya injustificada demora en la construcción de tan anhelado proyecto cultural incrementará tanto los costos físicos de la obra, como los sociológicos y culturales que sufrirá el pueblo de San Andrés por no tenerla”
Este argumento con el que se buscó influir la decisión del juez, demuestra que fue una gran mentira que utilizó el apoderado de la cadena hotelera, por cuanto el Centro de Convenciones se construyó detrás de ese predio, y el que fue objeto de desalojo se reservó para lo que ahora muestra la maqueta del Artlantis.
Y el parque ecológico qué?
Pero las laxitudes de las autoridades departamentales hacia Decamerón parecen no ser solamente en el proyecto Artlantis, sino también en el famoso Parque Ecológico, donde hasta ahora las únicas intervenciones que se han hecho han sido de carácter arquitectónico en la construcción de un Centro de Servicios al que la Oficina de Planeación le otorgó licencia de construcción 004145 del 4 de septiembre de 2013 a instancias del arquitecto Aníbal Olmos Munroe.
De los 30 mil metros cuadrados que comprende el parque ecológico, 701 metros son para el Centro de Servicios que integrará parqueaderos y baños, pero algunos establecimientos comerciales de la Peatonal temen que ahí se ponga a funcionar un gran restaurante de la compañía hotelera. Tatiana Pérez García, directora de Planeación negó en respuesta a un derecho de petición que éstos tengan autorización para poner a funcionar ahí un restaurante.
Lo cierto es que Coralina le concedió el 25 de julio de 2012 viabilidad ambiental como medida compensatoria a Decamerón para la implementación del Eco parque Sprath Bight, el cual debe constar de recorridos peatonales debidamente georeferenciados, siembra de especies vegetales, mejoramiento de las condiciones del humedal y del canal de aguas lluvias, adecuación hidráulica y un sistema de senderismo para el ingreso de turistas, pero hasta ahora el único avance que se observa en ese lugar es la edificación que se construye sobre la demolida sede de la Defensa Civil Colombiana que funcionó en el lugar por más de 30 años, no obstante que la obra del hotel ya se concluyó hace más de cinco meses y ya está en perfecto funcionamiento.