La empresa de concesión de acueducto y alcantarillado de San Andrés, Proactiva ya ajusta cerca de 10 años de la operación de los servicios básicos de saneamiento ambiental en la capital insular y durante todo este tiempo ha existido gran laxitud y permisividad de las autoridades encargadas de ejercer vigilancia y control a las actividades que desarrolla esta compañía.
Proactiva en todo este tiempo ni ha mejorado la calidad ni la cobertura de servicios básicos como el suministro de agua potable, ni mucho menos de alcantarillado sanitario, pese a las multimillonarias inversiones que esa empresa ha ejecutado con dineros tanto del Departamento como de la Nación.
En los barrios el suministro de agua potable no es continuo y muchos de éstos aún deben depender de sistemas autónomos de abastecimiento del preciado líquido como es el sistema de pozos barrenos con bombas de succión, pozos comunitarios y aljibes de donde se debe extraer el agua con medios artesanales y rudimentarios y en muchas ocasiones transportarla desde distancias considerables hasta las viviendas de los usuarios. Y en los sectores a donde el servicio llega es más bien infrecuente y con poca presión como para lograr el almacenamiento requerido para tener disposición permanente de la misma.
Pero ni que decir de la calidad y cobertura del alcantarillado sanitario, no obstante las obras de ampliación de cobertura que se ejecutan actualmente en diferentes sectores de la isla con recursos oficiales de la Nación y el Departamento a través de los Planes Departamentales de Agua.
Lo que ocurre en la Zona Rosa de San Andrés es un espectáculo deplorable y asqueroso que Proactiva no ha podido resolver de manera categórica y definitiva y ya se ha vuelto recurrente que en cada temporada turística (diciembre enero, Semana Santa, Junio-julio y octubre) el sistema colapse y afloren las aguas fétidas que se mezclan con las aguas lluvias y ambas vayan a parar al mar.
Problema este que se presenta en una de las zonas más sensibles de la isla, como quiera que allí confluyen las actividades recreativas de muchos residentes que visitan La Peatonal o el parque de El Dorado, los turistas extranjeros y nacionales que se alojan en los hoteles de la zona o los edificios de apartamentos y los más variados y afamados establecimientos de comida y restaurantes de comida nacional e internacional, que hacen del lugar el punto más concurrido de la isla.
La eterna justificación de Proactiva frente a este problema de todos los días es atribuir la responsabilidad a los establecimientos y hoteles por falta de trampas de grasa y arena, que vierten sus voluminosas descargas en forma simultánea, que las lluvias van a dar a las tuberías sanitarias y colapsan el alcantarillado, etc., etc…. Y las soluciones siempre son las mismas; aplicar bolsitas de cloro para mitigar el mal olor. Es como aplicar pañitos de agua tibia.
Y frente a tanta mediocridad de la empresa de servicios públicos, la Gobernación del Departamento, la Superintendencia de Servicios Públicos, la empresa interventora Aguas del Archipiélago y Coralina han obrado con demasiada laxitud permitiendo un mal servicio y mucha contaminación del territorio.
Y ni que decir el descuadernamiento de La Peatonal donde en muchos sectores y tramos han levantado los diferentes bloques de adoquines sin que restituyan la obra a su estado anterior, dejando muchas veces fugas que han deteriorado aún más la alameda. O las vías que han quedado destapadas por cuenta de las aberturas para atender fugas o hacer conexiones.
Recientemente en una jornada de análisis de los servicios públicos de acueducto y alcantarillado en el departamento, realizado por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios para evaluar el estado de prestación y definió acciones con autoridades locales nada trascendental ocurrió, ni se le reprochó a dicha compañía por sus deficiencias en los servicios que presta, si no que se ocuparon de la financiación de los mismos mediante la adopción de medidas que garanticen el adecuado equilibrio entre subsidios y contribuciones en la Isla para los servicios de acueducto y alcantarillado para la vigencia 2015, así como los aspectos tarifarios y comerciales.
De modo que ya va siendo hora que el Gobierno Departamental, la Superintendencia de Servicios Públicos y las autoridades ambientales exijan a Proactiva un mayor compromiso en resolver los problemas ambientales que está causando y mejore cobertura y calidad del servicio que presta.