La trifulca o asonada que se desató en la Gallera del sector de Elsy Bar por tener encendido un Pick Up trajo consigo un drama familiar puesto que los propietarios de ésta lo que buscan con su venta de comidas, bebidas y su música es poder reconstruir su vivienda la cual se incendió años atrás.
Su propietario le afirmó a esta redacción que ellos siempre han tenido todos sus permisos en reglas y que nunca habían tenido ningún problema con las autoridades, que cuando estos llegaban al lugar a informar sobre el ruido que ocasionaba el Pick Up, llegaban acuerdos mutuos y le bajaban a la música pero en esta ocasión emprendieron de una vez un operativo.
Astro Estiven, administrador de la Gallera le dijo a esta redacción que en el momento en que llegaron los uniformados, éstos se encontraban cocinando desde temprano, haciendo un rondón, porque esta es su forma de sobre vivir y con la que recogen fondos para lograr la reconstrucción de la vivienda de su madre que se incendió hace dos años atrás.
“Cuando llegaron los policías con dos camiones y los antimotines empujaron el portón y entraron y enseguida yo cogí para el negocio a buscar los papeles, cuando yo llego con los papeles para demostrar que el negocio tiene todo en regla, el mayor, de una dijo que él no vino a ver ningunos papeles, que él había ido por ese aparato e iban a llevárselo a las buenas o a las malas, así tengamos que matar algunos aquí, yo les dije que las cosas no son así mi Mayor déjeme mostrarle los papeles para que usted vea que yo tengo mi permiso y después hablamos o me hace una cita y él no quiso, comenzaron a jalar las cosas, mi hermano empezó a levantar unos parlantes para llevarlos para dentro del local, cuando uno de los antimotines lo empujó al piso y cogió el bolillo pegándole, ahí fue cuando yo me metí y le dije hey no le pegues que ese es un menor de edad y enseguida empujaron a mi mamá, cuando eso paso vino otro y le pegó una patada y yo empecé a jalar a mi mamá y eso empezaron a tirar gas y nosotros corrimos para la casa y allá llegaron y comenzaron a partir ventanas, puertas y todo eso donde había más de siete menores de edad, ellos abusaron de nosotros, lo que decían era salgan negros hp, que los vamos a matar a todos”.
Para el administrador es un abuso de la autoridad ya que estos le habían entregado un permiso de funcionamiento del establecimiento el cual podía estar abierto al público hasta las nueve de la noche, “en el Comando me dieron un permiso hasta las nueve y media y no eran las cinco de la tarde cuando llegaron ellos, me partieron una bam que yo tengo y varias motos de mis tías y primas, llegaron las destruyeron”, dijo Estiven.
Según él, en el momento de los acontecimientos en el establecimiento público solo había cinco personas que eran amigos de Estiven los cuales se encontraban preparando el Rondón, “ni para decir que era un baile, ni nada de eso porque lo que estábamos haciendo era la comida apenas entre amigos”.
Es de resaltar que esto normalmente lo realizan a cada ocho días donde se pone música y se abre una venta de comida típica isleña, al igual que la venta de cervezas porque de eso viven, “mi mama se le quemó la casa hace dos años y pico y nadie se ha responsabilizado por eso y a nosotros nos toca pagar arriendo, ese es un modo de vivir”.