El barrio “El Guángaro” requiere de la prestación de todos los servicios públicos, con excepción del fluido eléctrico. Las basuras son recopiladas en medio de la ‘Plaza del Parche’ para ser quemadas Guángaro’ a ver pasar la vida que se les escapa en medio de las necesidades básicas y las dificultades, también son amontonados los residuos de viejos colchones y electrodomésticos. En la ‘Plaza del Parche’ se reúne todas las tardes la muchachada. El pozo de agua salobre abastece las necesidades de un barrio que carece de los mínimos servicios de saneamiento básico.
Por. Alberto Guerra García.-
El aseo se paga cumplidamente todos los meses así no se preste el servicio, todo porque viene en el mismo recibo de la luz. Y, así sucede en muchos sectores de la isla donde no se recoge la basura, pero, la empresa de aseo cobra cumplidamente el valor adherido en la factura de la luz. En el barrio ‘El Guángaro’ no se puede hablar de saneamiento básico ya que se desconocen tales servicios. Un pozo comunitario de agua salobre del cual llora el preciado líquido, sirve como único recurso necesario para el baño y los quehaceres del centenar de humildes casas que se extienden por los alrededores de los estadios de ‘Beisbol infantil’ y de ‘Fútbol Erwin O’Neill’. A partir de las cinco de la tarde la gran muchachada se reúne en la plaza del ‘Parche’ para ver pasar su vida llena de todas las carencias que se sienten en aquellos sectores marginados por la pobreza. Es entonces cuando todos los flagelos que llegan raudos en sus corceles de muchos colores seducen al encuentro con las acciones non santas. En el ‘Guángaro’ sus habitantes hablan poco, y solo permiten el dialogo sin la presencia de grabadoras y cámaras. Ellos no quieren dificultades, por eso prefieren el anonimato. Y, ya entrados en confianza reflejan su triste realidad salpicada por la picardía del humor popular, y surge el pueblo con sus historias.