Llegaba a Bogotá procedente de San Andrés cuando mató a un joven afrodescendiente. Ceferina del Carmen Guardo pide a la justicia que la muerte de su hijo a manos del coronel Gustavo Chavarro, no quede impune.
El ex subcomandante del Departamento de Policia Nacional en San Andrés, coronel Gustavo Chavarro Romero, fue citado para el próximo 9 de septiembre a audiencia de imputación de cargos por el delito de homicidio agravado.
El coronel Gustavo Chavarro Romero es investigado por el asesinato de un adolescente identificado como Juan David Guardo Martínez, un joven afro descendiente de 17 años, cuando supuestamente participaba en un atraco, y por el que Chavarro Romero, actual comandante de la Policía de Antioquia, debe responder ante la justicia.
Los hechos ocurrieron el 27 de febrero del 2011 en la avenida Ciudad de Cali con calle 127, en Bogotá,. Según la investigación del CTI de la Fiscalía, ese día, sobre las siete de la noche, el coronel Chavarro llegó a Bogotá procedente de San Andrés, región donde se desempeñaba como subcomandante de la Policía. Lo recogieron dos subalternos en un carro particular y cuando se dirigían al norte de la ciudad, según la versión de la Policía, impidieron un atraco.
El coronel disparó su arma personal contra uno de los supuestos delincuentes. Su reporte, que fue tomado por dos patrulleros que llegaron al lugar, dice que Guardo Martínez “se encontraba en compañía de varios sujetos cometiéndole (sic) hurto a Joan Amador Rodríguez, de 19 años”. “El señor teniente coronel –prosigue el informe policial–, al observar lo sucedido, reacciona y le dice al joven que arrojara su arma de fuego. Hizo caso omiso y apuntó a los policiales, reaccionando el coronel accionando su arma”.
Guardo Martínez recibió un impacto de bala en el costado izquierdo del tórax y aunque fue trasladado a un centro asistencial del sector por la Policía, los médicos no pudieron salvarlo.
El informe de la Sijin, organismo que en un principio llevó la investigación, dice que el muchacho portaba una escopeta de fabricación hechiza con cacha de madera y un morral dentro del cual cargaba “unas gafas y un tarro de ungüento”. En el expediente figura también la versión de la víctima del atraco, que dice que uno de sus agresores era un hombre de color, precisamente la persona que lo estaba amenazando con el changón y que murió al resistirse a los policías.
Las dudas de la Fiscalía
Lo que muchos ciudadanos podrían calificar como una muerte en defensa de un ciudadano indefenso tiene sin embargo, para la Fiscalía, varios cabos sueltos. De hecho, una de las primeras decisiones fue separar de la investigación a la Sijín, que es una dependencia policial, y reasignar el caso al CTI. La madre del menor, Ceferina del Carmen Guardo Martínez, afirma que esa noche su hijo venía de jugar un partido de microfútbol. Testigos que irán a la audiencia afirman que ese día el muchacho en efecto había estado entrenando. “Quieren hacer ver a mi hijo como un delincuente”, dice la mujer, que lleva dos años intentando que el caso sea completamente esclarecido.
Algunas de las conclusiones del Instituto de Medicina Legal, que verificó las condiciones de las armas entregadas por la Policía (la del coronel y la escopeta hechiza), les dan fuerza a las dudas de la Fiscalía. La principal de ellas es que en el changón no apareció ninguna huella del joven muerto, a pesar de que tanto los policías como la víctima del atraco aseguran que Guardo Martínez la empuñó durante el robo y luego para amenazar al coronel y a sus acompañantes.
Otro de los resultados preliminares que se conoció a instancias del diario bogotano El Tiempo fue el balístico, que indica que la bala que mató al joven era de punta hueca o ‘dum-dum’, que por su acción expansiva provoca daños excesivos en las víctimas y que está prohibida por el Derecho Internacional Humanitario, DIH. El coronel Chavarro, al ser consultado al respecto dijo que prefiere esperar a la audiencia del próximo 9 de septiembre antes de dar cualquier versión sobre el caso. El coronel Gustavo Chavarro Romero asumió el cargo como comandante de la Policía de Antioquia, el 10 de enero del 2013.
De Chavarro Romero se puede decir que es un oficial de “armas tomar”, y así lo demostró cuando estuvo en San Andrés como subcomandante del Departamento de Policia de San Andrés. Exactamente un mes antes del homicidio que lo tiene enredado, en momentos en que la situación de inseguridad y orden público en la isla estaba bastante caliente, Chavarro Romero concedió una entrevista a The Archipiélago Press, donde fijó su posición frente a la delincuencia con controvertidos argumentos, al aclarar “que no es la Policía la culpable, ni mucho menos cómplice de la situación, que están investigando y enfrentando a los delincuentes y que incluso en esa institución ha habido expurgue de personal que ha incurrido en irregularidades. Negó que haya “escuadrones de la muerte” y aclaró que son principiantes de sicarios que están haciendo mucho daño pero que hay que aplastarlos de cualquier forma por que quieren especializarse.”
Estos hechos los conoció The Archipielago Press hace cerca de dos años cuando supuestos familiares se acercaron a esta redacción a denunciar la presunta participación del coronel Chavarro en un homicidio en Bogotá contra un joven que se desplazaba en bicicleta, y ofrecieron presentar pruebas de los hechos pero nunca más regresaron. Con información de El Tiempo.