El Senador Fernando Nicolás Araújo, a través de una carta, le responde al Presidente Juan Manuel Santos, las declaraciones dadas por éste la semana pasada en la Isla de San Andrés, donde asegura que dicho territorio será el primer departamento libre de pobreza extrema.
En la carta, el legislador le explica al primer mandatario la realidad económica y social de este departamento, así mismo, asegura que “de nada sirven cuantiosos recursos ni pomposos anuncios si no se reconocen los problemas a ser tratados y las políticas ejecutadas por el Gobierno no implican un mejor bienestar en los ciudadanos. En ocasiones es oportuno que el gobernante se baje de su pedestal para repasar la realidad del pueblo”.
“A pesar de que este departamento cuenta hoy con el mayor presupuesto por persona del país ($4.359.204), soy testigo de que no hay indicios de construcción de nuevas obras o proyectos para responder a las necesidades de la comunidad en materia de servicios públicos, infraestructura, salud, seguridad ni educación. Sinceramente, las únicas obras que enorgullecen a los sanandresanos son las ejecutadas durante el Gobierno del Presidente Uribe”, citó Araújo.
En la carta, el Senador menciona que, según los datos del DANE, la población con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) del Archipiélago se ha mantenido igual en los últimos dos años, debido a que en el año 2014 fue de 40,8% y en el 2015 de 41%. Este indicador evidencia que las políticas anunciadas por sus Gobierno, por ejemplo el “Plan San Andrés”, no han sido efectivas para mejorar el nivel de vida de los ciudadanos de San Andrés y Providencia.
El déficit de vivienda cualitativo en este departamento se sitúa en un 71,1%, siendo muy superior que el promedio de la Costa Caribe (44,20%) y del promedio Nacional (25,80%). En materia de educación, el Archipiélago es el departamento con mayor deserción en educación superior del país. La Universidad Nacional, sólo brinda 50 cupos al semestre para una demanda de 6.778 jóvenes entre 15 a 19 años.
Al concluir el escrito, Araújo llamó la atención al Gobierno sobre la necesidad de, conocer la realidad del Archipiélago y escuchar a su población de frente y aceptando la crítica, más allá de andar promoviendo presupuestos sustanciosos definidos detrás del despacho central y priorizados bajo la óptica de los aduladores del Palacio”.