La representación parlamentaria del archipiélago es una clara vergüenza para la sociedad sanandresana por que brilla por su ausencia en los grandes debates y gestiones para beneficio de la sociedad isleña. Más allá de algunas declaraciones de prensa y de trámites burocráticos, estos señores han brillado por su ausencia en decisiones tan preponderantes sobre el archipiélago como han sido las acciones frente al controvertido fallo de La Haya y frente a la criminalidad organizada.
Con justa razón por la ausencia de gestión de los parlamentarios, la ex ministrad de defensa Nacional, de Comercio Exterior, ex candidata presidencial y Jefa natural del Partido Conservador, Martha Lucia Ramírez de Rincón, a través de su cuenta de twitter @mluciaramirez preguntó a propósito del informe de Revista Semana sobre el archipiélago: “…Y qué dicen los congresistas de San Andrés? Qué proyectos han sacado a favor del archipiélago los últimos 4 años?”.
Hace rato Julio Gallardo Archbold, el flamante expresidente de la Cámara de Representantes ha dado muestras de ser un “bueno para nada”, un politiquero al que lo único que le importa es la burocracia con la que mantiene aceitada su máquina electoral con la que se alterna el poder con el Partido Liberal en una especie de Frente Nacional criollo al que le hace falta una fuerte tercería con posibilidades de romper el círculo vicioso que los mantiene atornillados al Congreso, la Gobernación, la Asamblea y la Contraloría, y con ello el manejo de toda la burocracia insular.
Gallardo además de andar embelesado en sus personalísimas gestiones manzanillas para seguir sumando cargos burocráticos con los que mantiene capturado el poder regional, o atornillando su gente en los entes públicos, en los últimos años ha dedicado buena parte del tiempo que debería dedicar a su gestión parlamentaria, a atender sus frivolidades personales que pasan por la vanidad de un marcado interés de rejuvenecimiento de su madurez, sus conflictos pasionales, la rumba nocturna y sus ratos de ocio con los habanos de marca, que parecieran quitarle tiempo para tramitar en los despachos del Gobierno Nacional, soluciones a las problemáticas sociales del Departamento. Que de no ser porque la curul que hoy ostenta a nombre de los isleños, representa poco o nulo beneficio para la sociedad sanandresana, estos asuntos que forman parte de su vida privada, no tendrían por qué importarnos. Pero ciertamente eso pareciera ser lo que no lo deja dedicarse a generar soluciones a los problemas sociales de quienes lo han elegido reiteradamente.
Del otro legislador, Jack Housni Jaller, tampoco es mucho lo que se pueda mostrar en materia de gestión parlamentaria. Su paso por el Congreso le ha valido apenas para mojar prensa en algunos medios que lo han privilegiado como analista de temas asociados con el fallo de la Corte Internacional de Justicia (La Haya) y uno que otro pronunciamiento sobre los asuntos de la inseguridad en la región. Claro que su activo uso de Twitter dedicado a adular al Presidente y a cuestionar a la oposición es lo más puede mostrar en materia de gestión a favor del Gobierno que lo prolija.
Pero de ahí a traducir esas declaraciones de prensa en debates al Gobierno o en soluciones para la región, no es mucho lo que puede exhibir el parlamentario liberal de las islas, más por su compromiso con la llamada Unidad Nacional que con la región. Housni es una especie de ‘rehén voluntario’ de ese esquema parlamentario que se ha entregado al Gobierno de Juan Manuel Santos en busca beneficios políticos, lo cual le ha impedido alzarle la voz a su Gobierno en asuntos como las erráticas iniciativas oficiales para enfrentar el fallo de La Haya, algunas de las cuales no pasaron el análisis constitucional de la Corte y otras que han sido tan improvisadas que no han arrancado y que motivaron la renuncia de su gestor, el exministro Rudolph Hommes.
Y en materia de seguridad sí que menos tiene para mostrar, salvo una intervención en su primer año legislativo donde se refirió a la situación que entonces vivía el archipiélago, pero que se resiste a retomar a pesar de las reiteradas solicitudes que se le han hecho para que realice un nuevo debate en el Congreso dadas las nuevas realidades más agravadas, quizás por sentirse impedido para hablar de las acciones del Departamento de Policía de San Andrés.
Evidencia de la inacción de los dos legisladores isleños frente a las necesidades de los habitantes del Departamento es la gestión que un senador de Bolívar y un representante a la Cámara de Amazonas hicieron esta semana ante la Presidencia y el Congreso de la República en favor de las gentes del archipiélago. Por un lado el senador Lidio García Turbay, en carta al presidente Juan Manuel Santos exigiéndole emprender acciones que atienda la realidad actual de la problemática social de las islas, y un proyecto del representante Rafael Elizalde Gómez para que se traduzcan los derechos constitucionales de los raizales a su lengua, para conservar su cultura.
De modo que sean los legisladores foráneos los que actúen en favor de las necesidades y soluciones a las problemáticas de los habitantes del Departamento Archipiélago, son la cereza en el pastel de la nula gestión legislativa de nuestros dos flamantes y reelectos congresistas.