Una nueva versión que difiere diametralmente de la que en principio dieron sus propios familiares, surgió ahora alrededor del crimen de Yuris Meiz Villarreal Fernández y que tendría que ver con hechos de corrupción en el ICBF en Candelaria, donde trabajaba la mujer.
Una allegada de la joven mujer asesinada le contó a esta redacción, que ha trascendido que Yuris Meiz supo de anomalías que se estarían presentando en algunas contrataciones de un funcionario de esa entidad con sus familiares, y los cuales habría advertido la funcionaria que llevaba dos años vinculada a esa entidad en ese municipio.
Este descubrimiento habría motivado amenazas de las personas que se estaban beneficiando de esas contrataciones públicas al interior del ICBF, por lo tanto familiares han pedido a las autoridades que entre las hipótesis que se manejan alrededor de los móviles del crimen, se tomen en cuenta estas anomalías contractuales que presuntamente se venían dando en el Bienestar Familiar.
Adicionalmente esta redacción conoció que la occisa fue sepultada en la ciudad de Cartagena donde tiene familiares que recogieron el cadáver en el Valle del Cauca y decidieron sepultarlo en la ciudad heroica, donde también quedó radicada la investigación para esclarecer el homicidio.
Yuris Meiz fue asesinada el viernes 2 de agosto de este año a una cuadra de la casa donde vivía, y luego de salir de su oficina de trabajo en la sede del ICBF en Candelaria Valle, y un hecho insólito es que al día siguiente de su muerte las llaves de su oficina fueron encontradas pegadas al cerrojo pero la misma estaba cerrada, lo que hace pensar que probablemente buscaban documentos o evidencias que ésta pudiera tener de las anomalías que había descubierto. El sicario que la asesinó se le acercó por la espalda y le disparó cuatro veces, y según cámaras de seguridad era esperado por otra persona en bicicleta.
Sobre la muerte de la psicóloga Villarreal Fernández también existen hipótesis sobre un crimen pasional en virtud de una supuesta amenaza de un ex novio con el que había terminado hace seis meses. Yuris Meiz era una mujer hermosa, vanidosa y que se divertía en la vida con sus amigos, pero que al mismo tiempo sufría por el desamor. En principio se creía que en su vida amorosa podría estar la respuesta de su prematura muerte ocurrida en el municipio de Candelaria, Valle del Cauca, pero ahora la hipótesis de un intento de funcionarios del ICBF por cubrir actos de corrupción en los que fueron descubiertos, cobra mayor credibilidad como causa del homicidio.