Los programas de Ciencias del Sistema Tierra y de Biología de la Universidad del Rosario acaban de publicar una investigación en la revista Climate Dynamics, titulada “Eventos climáticos extremos históricos y futuros en pequeñas Islas del Caribe altamente vulnerables”, la cual se enfocada en el archipiélago colombiano
Los investigadores encontraron que el clima se volverá más cálido y seco en las islas de San Andrés y piden implementar estrategias preventivas para reducir la vulnerabilidad de los habitantes del archipiélago ante el incremento en el número e intensidad de fuertes extremos climáticos.
El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina será azotado por huracanes violentos, sequías y calores extremos, según lo revela una investigación de los programas de Ciencias del Sistema Tierra y de Biología de la Universidad del Rosario, que acaba de publicar la revista Climate Dynamics.
El estudio «Eventos climáticos extremos históricos y futuros en pequeñas Islas del Caribe altamente vulnerables» se enfoca en San Andrés, Providencia y Santa Catalina (SAI), la turística y hermosa Reserva de la Biósfera perteneciente a Colombia, pero también muy propensa a eventos climáticos extremos y huracanes, explica Benjamín Quesada, climatólogo y profesor del programa de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario.
La investigación de la Universidad del Rosario revela que el clima se volverá más cálido y seco en el archipiélago, con aumentos significativos de +90 % para los días calurosos y de +30 % para los días secos consecutivos en el peor de los escenarios, indica Álvaro Ávila-Diaz, coautor del estudio y profesor del programa.
«El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina sufrió el dramático huracán Iota a final de la temporada de 2020. La destrucción que causó en las islas y la falta de adaptación nos obligaron a estudiar más a fondo el tema, ya que casi ningún estudio hidro climático se realizó en esta isla caribeña», dijo Quesada, al señalar que “lastimosamente vemos que el estudio se publica justo en una temporada 2024 muy activa de Huracanes que podría afectar a Colombia y a este departamento en particular”.
Cabe recordar que hace unos días el huracán Beryl, que alcanzó la máxima Categoría 5, se dirigió hacia México y el Estado de Texas en Estados Unidos, después de haber cruzado Jamaica y las islas de Barlovento en el Caribe, matando al menos a siete personas.
Mayores olas de calor y menos precipitaciones en el archipiélago
«Los huracanes más intensos, de categorías 4 y 5, a menos de 600 kilómetros de San Andrés, Providencia y Santa Catalina se duplicaron desde los años 60», indicó Julián Esteban Cantillo, egresado de la Universidad del Rosario y primer autor de la investigación, quien resalta que “es muy preocupante ver que las islas no solo padecen desastres como huracanes e inundaciones costeras, sino también olas de calor, extremos de lluvias o sequías que se ven particularmente magnificadas en intensidad, frecuencia y duración con el cambio climático”.
Para analizar las tendencias en duración, intensidad y frecuencias de eventos extremos de lluvia y de temperatura, los investigadores de la Universidad del Rosario utilizaron siete estaciones del IDEAM en las islas del archipiélago desde los años 60.
Se observa, por una parte, que con el cambio climático la frecuencia de las olas de calor se ha más que triplicado y su duración máxima se ha duplicado desde finales de los años 80. La precipitación en las islas se ha reducido históricamente en un 5 %, con una disminución registrada en 5 estaciones y un aumento en 2, mientras que la frecuencia y la intensidad de las precipitaciones extremas han aumentado significativamente en la mayoría de las estaciones.
“La observación de tendencias climáticas opuestas a tan solo unos kilómetros de diferencia es sorprendente. Hay varias razones posibles: sesgos, microclima, uso del suelo, cambios de corriente atmosféricas u oceánicas, etc. Pero más que todo, muestra que toca disponer de una red densa y bien mantenida de estaciones en los territorios para evaluar lo que va a pasar con el cambio climático”, afirma Nicola Clerici, coautor del estudio y profesor de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario.
A futuro, los investigadores han usado una muestra de modelos climáticos más recientes y de mayor resolución, encontrando que el clima se volverá más cálido y seco en las islas de San Andrés.
“Encontramos incrementos representativos de +90 % para los días calurosos y de +30 % para los días secos consecutivos en el peor de los escenarios. Incluso, corregimos las proyecciones realizadas por el IDEAM: -3 %, -11 % y -26 % de precipitación en el archipiélago para los periodos 2011-2040, 2041-2070 y 2071-2100, respectivamente, cuando documentos climáticos oficiales del IDEAM habían publicado cambios muchos abruptos de -30 %, -33 % y -33 % para los mismos periodos de tiempo”, explica el profesor Álvaro Ávila-Diaz.
En esto coincide con Benjamín Quesada: “Las proyecciones oficiales necesitan un esfuerzo importante de corrección y actualización para que los departamentos de Colombia se puedan adaptar desde ya correctamente. El programa de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario ha contribuido y seguirá fortaleciendo la resiliencia de la sociedad frente al cambio climático con diagnósticos hidro climatológicos y modelación de alta resolución”.
Finalmente, los autores muestran que, contrario a lo que se podría pensar, los días extremos de lluvia en las últimas décadas no fueron particularmente más intensos o numerosos durante tormentas tropicales, huracanes o eventos de la Niña. Por ende, se necesita preparación y adaptaciones estructurales.
Los investigadores de la Universidad del Rosario ponen de manifiesto la importancia de implementar estrategias preventivas para reducir la vulnerabilidad de los habitantes de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, ante el incremento en el número e intensidad de fuertes extremos climáticos, tales como planes de inversión en adaptación climática, resiliencia de infraestructura, estrategias de educación sobre cambio climático e implementación de Soluciones Basadas en la Naturaleza, entre otras.