Por: Daniel Newball H.
Que sea este el momento para aprovechar y felicitar grandemente a la Gobernadora Aury Guerrero Bowie por su excelente gestión al frente de los destinos del Archipiélago, ella prometió que iba a trabajar por dirigir los recursos para invertir más en la gente y menos en las obras de cemento.
Y pese a que muchas obras se realizaron durante su administración, no cabe la menor duda que cumplió su promesa de invertir más en la gente, los resultados se verán más adelante cuando varias centenas de jóvenes isleños aprovechando los créditos condonables ofrecidos por el ICETEX permitieron que pudieran estudiar carreras universitarias, justo en el momento cuando se pensó que no habría una luz al final del túnel y que no habría posibilidad, debido a la escases de recursos de muchas familias, de que sus hijos fueran profesionales.
Que su progenie estaría condenada de forma indiscutible a la mediocridad hereditaria que viene de varias generaciones atrás, los hijos, no cabe la menor duda, son los que alguna vez nos redimirán en el futuro, dicen los expertos.
A fuerza de las circunstancias, los padres de familia quienes pensaron que una educación no era necesaria para la vida de sus hijos y que con esfuerzo de sus músculos y la astucia de sus mentes perversas podrían rebuscarse en la vida, hoy es necesario tener una formación universitaria para competir en un mundo que cada vez se vuelve más competitiva.
De hecho, los que alguna vez pensaron que una formación universitaria era una pérdida de tiempo ahora invierten, luego de haber cumplido la edad adulta y casi entrando en la vejez, tiempo de sus vidas para estudiar una carrera y ejercerla para mejorar sus condiciones de vida.
Incluso quienes maldecían a otros por haber sido profesionales ven como sus hijos los pueden redimir en el tiempo, incluso logrando buenas calificaciones y becas de programas de Ser Pilo Paga, entre otros beneficios.
Cuanto me acuerdo en el tiempo de haber llegado a la isla y ver como muchos de personas me recriminaban y oprobiaban por haber sido profesional, prácticamente enmugreciendo, desdeñando y deshonrando mi nombre con infames calumnias que involucraban, incluso, mi pudor sexual al punto de involucrar a sus familias y amigos en una voraz lucha en contra de su propia mediocridad.
Ahora los veo estudiando, a ellos y a sus hijos porque se dieron cuenta de su error, se percataron de que su fútil lucha y discurso burlesco desgastado en contra de lo inevitable era, luego de una periodo prolongado de risas y burlas, más adelante en el tiempo por igual nulo, improductivo e infructuoso.
Ahora debemos encaminar nuestros esfuerzos hacia el emprendimiento y el empoderamiento de nuestra población, que nuestra formación no se limite a conseguir un sueldo, pagar los recibos y comprar elementos suntuosos para poder adaptarse a un modus vivendi impuesto por una sociedad de consumo.
Tal y como nuestra mandataria, como buena educadora, encaminó sus esfuerzos en dejar una clase profesional y estudiada, ahora nuestro siguiente mandatario, Ronald Housni Jaller, un hombre de pocas palabras y muchas ejecuciones nos encaminará hacia los resultados de una sociedad productiva y empoderada en su propio destino, sin dependencias de otras esferas y que nos permita demostrar que no debemos depender de nadie para poder progresar como región ante el país y el mundo.
Ese debe ser el propósito de nuestra gente para el próximo cuatrienio, propósito que debe empezar desde este 2016, renunciar radical y rotundamente a los discursos promovidos por una recua de acémila que con el argumento de una defensa de la tradición étnica creen poder movilizar a las personas de forma infame en lo que considero un matoneo a la excelencia y conduciendo a sus seguidores hacia su propia destrucción.
Cuanta alegría me produce el saber que muy pronto, en unos dos o tres años, la energía revitalizadora de una generación excelente se impondrá y tomará como ejemplo lo que hacemos los que caminamos motivados por una excelencia en Cristo para que de las Islas y de los isleños se tenga el más alto de los conceptos y no nos sigan humillando por haber recibido un plato de lentejas a cambio de sostener una frivolidad.