La selección Colombia provocó una mancha amarilla /Antonio Colmenares Martínez.
En San Andrés se vivió de manera muy especial el triunfo de la selección Colombia frente a Uruguay. Turistas y residentes se vistieron de amarillo desde que empezó el día, se puede decir que el sábado tuvo un desayuno de buenas esperanzas, un almuerzo entre seguridad y tensión y una cena pletórica de alegría. No hubo necesidad de ley seca, la gente se supo comportar y los registros de casos violentos fueron los mismos de los demás fines de semana. En los restaurantes y bares se instalaron televisores gigantes para que los eventuales clientes vivieran los incidentes del partido ‘mojando’ la garganta con alguna bebida.
Después de vivido el espasmo de 93 minutos del encuentro, se ‘armó’ una caravana de motociclistas que recorrió las principales avenidas de la isla con la algarabía de los pitos.
Pero el sitio más concurrido fue la peatonal desde Café Café hasta el Decamerón Isleño y hasta el fondo en la salida hacía el Cañón de Morgan. Fue una mezcla de turistas y residentes, de risas, de gritos de alegría, de olvido de problemas, de buena energía, gente de todos los rincones del país desfilaron por esa vía que es bendita para la isla porque es capaz de reunir gente y sentimientos en un solo haz en situaciones como la vivida el pasado sábado.