Un niño de trece años fue agredido por un docente del Colegio Bolivariano que le causó una herida en el labio superior que debió ser intervenida con una sutura de cuatro puntos, además de presentar un hematoma en la mejilla.
Como Alsherson Enrique Archbold McGowan, fue identificado el profesor al servicio del Colegio Bolivariano de San Andrés, que al intentar evitar un conflicto entre dos alumnos que discutían y se empujaban empujó a uno de ellos que al caer dañó el computador de Archbold.
Al darse cuenta el docente de la pérdida que había tenido decide golpear al estudiante con tal fuerza que le produjo una cortada que requirió cuatro puntos en el labio superior y un hematoma sobre la mejilla un poco abajo del ojo.
Al llegar un familiar del niño los compañeros le insistían que le hiciera lo mismo al profesor: “¡Cásquelo!, ¡enciéndalo a golpes!”, le decían indignados los otros niños estudiantes, pero de manera inteligente el tío del menor agredido les contestó que no. “No es buena la violencia muchachos, hay que arreglar las cosas sin necesidad de agredir a nadie”, les dijo.
Y en efecto el tío del menor fue al colegio y encontró al hijo de su hermano sentado afuera con una profesora. Estaba llorando y lo llamó: ¡tío, tío! Al acercarse le vio la herida en el labio.
La profesora entonces contó que el niño había tenido un problema con el profesor y le relató que el menor agredido estaba peleando con otro chico y el profesor intervino para separarlos y que eso había sido todo.
Entonces el tío le pide la versión al niño y le advierte que no le mienta. El jovencito contó que no estaba peleando con nadie, que fue solo un forcejeo, puros empujones con otro niño y que el profesor los apartó pero en ese momento el docente lo empujó y él niño cayó encima de la computadora del profesor Archbold McGowan.
El aparato se dañó y el profesor increpó al niño gritándole y acto seguido le pegó el puño en la cara. El golpe le produjo una cortadura en el labio superior que debió ser suturada con cuatro puntos, además de ocasionarle una contusión en la mejilla.
El tío fue a hablar con el profesor Archbold McGowan pero no le dio la cara y por el contrario le iban a cerrar la puerta en la cara, lo cual evitó obstaculizando con el pie y las manos.
Relata el familiar del menor herido que a pesar de la complejidad del caso y la molestia que tenía por lo ocurrido a su sobrino, estaba calmado, pero una profesora lo estaba irritando porque le decía “cálmate, cálmate que somos adultos y las cosas se pueden arreglar de otra manera”, por lo que tuvo que repetirle que él estaba calmado, pero quería hablar con el agresor.
Lo que realmente le molestaba era que mientras la profesora le hablaba, el docente agresivo y violento quería escapar evadiendo la responsabilidad.
El tío le decía a la profesora encargada de distraerlo que no entendía como una persona capacitada como docente podía hacer una cosa de estas, recordándole que si trabajaba para un colegio tan respetable como el Bolivariano, debía ser un profesional. El tío del niño solo quería conocer la versión del docente que desde luego no debe tener ningún argumento que pueda justificar una acción brutal como la que cometió.
El profesor Archbold McGowan, solo se presentó cuando llegó la Policía y ahora el caso está abierto para que se perfeccione la investigación y se decida que sanción debe recibir un profesional de la educación que a pesar de tantos años de capacitación comete un error tan grande.