Niños comen bien aunque muchos en comedores escolares públicos disimuladamente. Son más de 8.000 cupos los que se vienen atendiendo a igual número de niños y jóvenes que asisten a los comedores escolares existentes en la isla de San Andrés. Juan Carlos Bonilla Davis, Director Regional ICBF: “En todos los programas que manejamos, tenemos un acompañamiento estricto de nuestro componente nutricional, tenemos expertos en nutrición entre nutricionistas y dietistas que están permanentemente vigilando el tema de la nutrición.” La vigilancia que se viene haciendo a los alimentos suministrados a los menores es totalmente estricta de modo que se puedan alimentar los niños con los componentes nutricionales exigidos. Muchos son los niños que acuden a los comedores escolares, no obstante muchos de ellos sienten vergüenza a la hora de revelar que acuden porque priorizan el uso de elementos suntuarios como celulares de alta gama que su nutrición. Pese a que se han logrado niveles óptimos de alimentación en los niños, uno de los principales problemas radica en el seguimiento ya que cuando los niños se van de vacaciones no comen de forma adecuada.
Por: Daniel Newball H.
Un reciente informe entregado por el periódico El Colombiano de Medellín reveló datos interesantes sobre la desnutrición en Colombia, ubicando a la isla de San Andrés como la isla menos desnutrida del país, en comparación con Quibdó donde muchos son los niños que se van a la cama sin comer.
Un dato interesante revelado en aquel informe es la solidaridad que aún inunda los barrios y sectores de la isla de San Andrés que permite que muchos niños puedan tener algo que comer antes de ir a dormir, una solidaridad que permite que el vecino pueda darle de comer al otro para que los niños no puedan padecer por la falta de alimentos en sus casas.
En la actualidad, los comedores escolares públicos son manejados por el Gobierno Departamental y Nacional, a través de la Secretaría de Educación y la vigilancia de la calidad de los alimentos que se le brinda a los niños es efectuada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la cual califica de bueno el trabajo que se viene haciendo a los niños en el suministro de los alimentos.
“En todos los programas que manejamos, tenemos un acompañamiento estricto de nuestro componente nutricional, tenemos expertos en nutrición entre nutricionistas y dietistas que están permanentemente vigilando el tema de la nutrición.
“No obstante, hemos tenido problemas con los padres, los niños les damos el tema nutricionales como verduras y carbohidratos con un menú definido en el programa nutricional pero una vez que llegan a la casa después de las cuatro de la tarde empiezan a aparecer los chitos y las gaseosas, entre otros elementos donde ya no podemos manejar el tema nutricional.
“Se nos empeora el tema cuando los niños salen de vacaciones pero afortunadamente con el acompañamiento de los programas de niños y adolescentes hemos podido atender el problema, el tema nutricional ya está siendo manejado por la Gobernación y el Ministerio de Educación.
“Ustedes vieron lo que pasó en el Departamento del Chocó con el tema de la nutrición, afortunadamente no tenemos en la isla eso y estamos vigilantes para que el Gobierno Departamental ejecute bien los programas, que suministre bien los alimentos calientes y con los buenos componentes.
“Cabe resaltar que tenemos algunos baches en el tema de obesidad, lo que llamamos malnutrición, pero de igual forma debemos controlar la ingesta de comida para que podamos controlar el peso de los niños.
“Tenemos supervisores en este tipo de programas y en el caso de alimentación escolar donde hay más de 8.000 cupos y para ello tenemos un comité operativo del programa, la idea es que seamos más exigentes para visitar los colegios y los operadores son proveedores locales que suministran llevan trabajando años con el Bienestar Familiar por lo que saben cuáles son las exigencias que deben cumplir, pero como en todo hay que estar encima y evitar que se convierta en un negocio porque se trata de la atención a los niños”, explicó Juan Carlos Bonilla Davis, Director Regional del Bienestar Familiar.
No obstante el positivismo que existe en este programa, hay algunos aspectos que deben ser revisados, en especial las prioridades que muchas familias en condiciones de pobreza le dan a la alimentación de los hijos, los cuales adquieren celulares de alta gama y compran motocicletas en lugar de tener una buena alimentación en sus casas.
Una región que aún come bien, en la que aún no se han notado estelas de desnutrición pero que requiere de una revisión exhaustiva para evitar una situación caótica entre los habitantes de la isla por falta de alimentos, un control para que sigamos siendo los primeros en alimentación y nutrición pero con una revisión al tema de las prioridades sociales que en cada hogar de la isla se vienen implementando.