Controlado el tenebroso fenómeno del sicariato como parece haber quedado en el pasado tras meses de relativa tranquilidad en las islas y reducción de los indicadores de homicidios en la ciudad, ahora la delincuencia parece haberse dedicado a unos de los delitos económicos que mayor impacto causa en la sociedad; el hurto simple o el calificado.
Y es la misma Policía Nacional, encargada de su control, la que ha elevado la alarma y ha mostrado su preocupación por el creciente número de casos de hurto simple que se ha presentado últimamente en las islas.
Lo dijo la semana pasada con mucha preocupación el comandante de la Policía Nacional, coronel Luis Hernández Aldana, quien hizo un llamado a la comunidad a estar alerta frente a este flagelo, no dando la oportunidad a que los delincuentes, los amigos de lo ajeno que algunas veces llevados por la ocasión, aprovechan para alzarse con los bienes ajenos.
Solamente en materia de hurto de motocicletas que es uno de los elementos más apetecidos por los delincuentes en San Andrés, la Policía Nacional reporta la recuperación de casi una veintena de estos pequeños vehículos cuyo monto asciende a casi 90 millones de pesos. Eso solo reporta los casos positivos, pero son muchos otros los casos de motocicletas hurtadas que no han sido recuperadas y que son un fuerte impacto para la economía de las personas por que no es solo la pérdida del pequeño vehículo, sino además las consecuencias para quien utiliza una motocicleta como medio de transporte para ir al trabajo o llevar a la escuela a sus hijos.
Frente a esto la Policía Nacional ha invitado a la comunidad a adoptar las recomendaciones tales como no dejar abandonada en sitio oscuro o solitario sus vehículos, con las llaves olvidadas, o en sitios donde fácilmente puedan ser arrastradas por los reducidores de este vehículo.
Pero no es la única modalidad de hurto, también está la de mercancías varias, como equipos electrodomésticos, teléfonos celulares, mercancía de comercios, e incluso hasta mercados, licor, etc, de los cuales la recuperación hecha por la Policía Nacional indica que hasta 50 millones de pesos han sido robados por los delincuentes.
También están las estafas por vía extorsiva a través de llamadas para engañar a incautos y sacarles dinero, joyas y otros beneficios haciendo creer a las víctimas que tienen a familiares de las víctimas a su buen recaudo.
Pero una modalidad que si es mucho más sofisticada es la ventosa, que consiste en la apertura de huecos en las paredes o en el techo para ingresar hasta viviendas o comercios para sustraer mercancías o dineros y joyas como ocurrió el fin de semana pasado cuando dos sujetos detrás de una obra en construcción, penetraron al interior de un almacen para alzarse con mercancía y dinero, además causando destrucción en el inmueble que luego debe reparar la víctima.
Por ello es necesario que sociedad y autoridad actúen de la mano oportunamente para evitar que el flagelo tome velocidad y alce el vuelo como suele suceder con cada fenómeno delictivo que se suele encumbrar en la isla.