Estudiantes y padres de familias afirman que maestra agredió verbal y sicológicamente a algunos alumnos y además fue racista a la hora de reprenderlos por cometer una falta.
Padres de familia de una institución educativa de formación religiosa entablaron una denuncia contra una profesora en la Secretaría de Educación frente al presunto maltrato psicológico, moral y racista en el momento que ésta decide llamarles la atención a unos alumnos que realizaron travesuras dentro del aula de clase.
Según conoció esta redacción los alumnos se encontraban en clase de matemáticas cuando deciden echar “polvo picapica” dentro del salón, generando alteraciones en todos los que se encontraban presentes por consiguiente la profesora decide sacarlos al patio para llamarles la atención frente al acto que habían cometido.
No obstante los padres de familia sienten que la actitud de la profesora y el manejo que ésta le dio a la situación no fue el adecuado. Por consiguiente y de inmediato instauraron una denuncia ante la Secretaría de Educación y quienes no se sienten satisfechos porque hasta el día de hoy no les han respondido frente al hecho.
Esta redacción se comunicó con el centro educativo involucrado y afirman que dialogaron con las partes involucradas en el momento de los acontecimientos y la docente tiene más de 20 años educando y que en ningún momento expresó ni hizo lo que los estudiantes afirman pero pidió excusas a ellos y a sus padres, si les ofendió o molestó con la acción que tomó en el momento en que los alumnos cometieron la falta.
La coordinadora de dicha institución educativa afirma que no entiende porque los padres sacaron a relucir nuevamente este tema si ya habían llegado a un acuerdo y si estaba radicada la denuncia esperarando su curso y su desenlace, pero que la docente no puede ser retirado del centro educativo hasta que no haya una orden del ministerio de educación o de la secretaria.
“Esta institución nunca ha rechazado a los raizales de la isla, porque muchos de los profesores que dictan clase son isleños o están casados con un raizal, aparte de que el involucrado es de familia isleña y sus hijos son nacidos aquí, así que dudamos mucho que este sea un acto de racismo”.
Los padres de familia sienten que el docente abusó de su autoridad y que en ningún momento tenía que lanzar expresiones desagradables para los jóvenes y mucho menos decir que esos raizales no pueden estar en el centro educativo. Hasta el cierre de esta edición se intentó tener acceso con la secretaria de Educación para que aclarara el tema pero no fue posible, debido a que no se encontraba en su despacho. Como no se pudo tener acceso al ente competente en la isla nos reservamos la identidad de los involucrados ya que son menores de edad.