En correo electrónico remitido al ex Presidente de la República, César Gaviria Trujillo, en su condición de Jefe de Debates de la campaña de Juan Manuel Santos Calderón, el ex columnista de The Archipiélago Press, médico siquiatra Arcesio Jordán Mazuera planteó una propuesta de campaña para la Segunda Vuelta Presidencial a efectos que se evite la rivalidad destructiva y se aclare que la paz no es de Santos si no de la Nación. El siguiente es el texto completo de la misiva remitida por Jordán Mazuera a Gaviria Trujillo.
Fomentemos la solidaridad creativa, eliminemos la rivalidad destructiva, la solidaridad florece en la pobreza, en nuestro pueblo se practica la solidaridad como una necesidad para paliar o disimular las necesidades y la pobreza agobiante, se comparte el alimento, la ropa y los zapatos, el tiempo para cuidar a los hijos, se ayuda en las diligencias diarias del vivir cotidiano, en nuestro pueblo se incuban las virtudes que permiten mitigar el dolor lacerante de la miseria que se incrementa en la reproducción irresponsable, alguna vez se entenderá que la reproducción no es un derecho sino un mérito que se adquiere, eso ocurrirá cuando se entienda que ejercer la paternidad y la maternidad tiene más exigencias que ejercer cualquier profesión universitaria, hay que hablar de solidaridad porque ese es el pan de cada día de la población.
La rivalidad es sana cuando se practica en el deporte en donde el otro no es un rival sino un competidor al que hay que vencer. La rivalidad es nociva en la vida comercial y en la vida política y militar en donde no hay que vencer sino eliminar al contrario
El Papa Francisco hace un llamado al cultivo de la solidaridad como el mecanismo más útil en crear el nuevo tejido social con justicia y equidad,
Sensiblería y sensibilidad
No hay que caer en los lamentos de las falsas plañideras por los casos puntuales del asesinato de miembros de la policía y el ejército o víctimas civiles del conflicto armado o víctima de la negligencia e irresponsabilidad de los funcionarios como el caso del incendio del bus de escolares en Fundación, eso es sensiblería.
La sensibilidad es la que debe llevar a reconocer que la guerra obliga a la mala utilización de los recursos económicos que aunados a la ineficiencia administrativa, genera en el sistema educativo graves carencias, que condena a la miseria de la ignorancia a las generaciones futuras, que obliga a prestación ineficiente en el área de la salud, causando más víctimas fatales que la misma guerra, que el desarrollo de la infraestructura siga aplazada y sea inapropiada para poder competir con los tratados comerciales que se han firmado sin límite ni calculo adecuado
El reconocimiento de toda esta carestía y atraso es un llamado a la solidaridad de toda la Nación, incluyendo a toda la población armada, la que lucha por la reivindicación social desde hace 50 años, la que lucha por mantener los despojos de tierras y privilegios desde hace un cuarto de siglo y las que defienden el negocio hasta ahora ilícito del llamado narcotráfico, al cual nos condenó el presidente norteamericano que tenía menos derecho moral para hacerlo como fue Nixon, quien salió del gobierno por faltar a la verdad, negando que espiaba a sus contrincantes políticos, algo igual a lo que ahora ocurre con el candidato que defiende la guerra, que practica lo que le enseño su mentor político. En los debates debe decirse eso con absoluta claridad porque denunciar no es hacer guerra sucia, la guerra sucia es hacerlo.
¿Qué es hacer la paz?
Lo que se está adelantando en la Habana es la firma del fin de las hostilidades después de cincuenta años de lucha, la mitad de los cuales soñaban con llegar al socialismo y la otra mitad sin ideología definida porque el socialismo soviético murió por ser un totalitarismo de partido único. Pero la beligerancia armada continuo con la bandera de la reivindicación social, el gobierno actual adelanta es la firma del fin de las hostilidades bélicas, es el inicio de la construcción de la paz. Hacer la paz, no es una decisión del gobierno es una decisión de la nación, que mediante un referéndum lo aceptara o rechazara, esto debe repetirse permanentemente en la campaña de estas dos semanas, dar la sensación que quien hace la paz no es el gobierno Santos sino la nación colombiana con toda su población, que los que se opongan y prefieran la guerra con todas sus tragedias y dolores inmarcesibles, que se opongan en la votación de ese mecanismo de ratificación popular, porque después de ratificada se convierte en una Política de Estado como lo determina la Constitución.
A mayor justicia social menor justicia penal, lo acertado no es construir cárceles sino evitar que la población delinca, nadie es delincuente si no existe un caldo de cultivo por ausencia de equidad, esto está demostrado hasta la saciedad, hay que abandonar la idea de que la equidad solo se logra quitándole a quien tiene la riqueza, la riqueza no es un quantum inmodificable, la riqueza aumenta con la producción, la producción es el resultado de la acción de los que están tocados genéticamente con el don de ser empresarios, que unidos al capital social crean la riqueza nacional, por poseer ese don es que los empresarios deben ser protegidos como toda minoría, pero como una minoría especial, porque son los hacedores de riqueza, pero a su vez el Estado debe proteger a la mayoría de la población, de los abusos que suelen cometer estas minorías por su avidez o codicia desbordada como lo advierte el Papa Francisco.
En el proceso de la construcción de la paz deben participar todos los sectores, la Banca que es el depósito del capital común, debe facilitar su capacidad administrativa y no solo tributar en justicia sino facilitar el dinero para adelantar las obras que se requieran, no puede seguir aceptándose que las obras de infraestructura y servicios no pueden realizarse por falta de dinero, si este existe guardado, debe ponerse en circulación al servicio, para que se reintegre cuando produzca las obras en que fueron usados, algo así está diciendo la presidenta Kirchner en Argentina cuando afirma que los subsidios que da a la población se usaran para comprar lo que produce la propia industria que a su vez es financiada por su propia banca, diciendo con ello que la ley de gravedad se invierta, que no espera que la riqueza caiga, cuando les sobre a los de arriba, sino que suba, cuando exista mejor distribución en la clase baja, creando un circulo virtuoso. No se trata de despojar a la banca se trata de que la banca apoye a la Nación.