La forma grosera, arrogante y altanera que han asumido los cuadros directivos de Cajasai que han apelado a toda serie de trapisondas, maniobras, trampas y esguinces dilatorios con apariencia de legalidad para no permitir la entronización del nuevo Consejo Directivo elegido por el Ministerio de Trabajo y por los afiliados de Cajasai, no habla bien de la transparencia y la pulcritud que pueda existir en el manejo de esa importante entidad convertida en bastión burocrático y politiquero de su padrino político y principal Cacique y Barón electoral de la región.
Estas prácticas propias de esa estirpe familiar hablan de lo poco dados a aceptar el veredicto democrático de las mayorías y la apelación a la que siempre recurren para torcer los resultados, como ha ocurrido en otras ocasiones en la misma Caja de Compensación o en otras corporaciones públicas. Alumnos aventajados de Nicolás Maquiavelo apelan hasta a la piromanía si de conseguir sus propósitos se trata.
Para nadie es un secreto como mediante la corrupción electoral se “alzaron” por 27 votos con una Gobernación para llegar a saquear los fondos públicos del Departamento. Pero igualmente nadie puede olvidar como se robaron el periodo como consejeros directivos de Cajasai que le correspondían a varios líderes sindicales de la región, y quienes nunca pudieron posesionarse a pesar de estar nombrados, porque la politiquería cómplice del Estado, secundada desde el Ministerio del Trabajo donde mandaban a las “anchas panchas”, dilató interminablemente la confirmación de los nombramientos, lo cual permitió la usurpación del periodo de éstos por parte del mismo consejero saliente de Cajasai que ahora demandó los nuevos nombramientos para no ser removido.
Y es tan repugnante como ayer, las maniobras que hacen hoy para evitar la llegada de gente nueva a los cuadros directivos de Cajasai que permitan una verdadera revolución social en la Caja de Compensación, que le quite a esta estirpe corrupta el manejo de la entidad expoliada y saqueada, utilizada como caja menor para aceitar la politiquería electoral con la que ponen gobernantes, diputados y parlamentarios. Con la que manipulan a los beneficiarios, quienes deben entregar la dignidad y venderles su voto a cambio de un subsidio.
Esa carroña putrefacta como todas es la que se niega a salir de Cajasai, por eso apelan a todas las prácticas abusivas del poder, para lo cual han contado en poco más de una década de reinado, con la complicidad del Estado Ladrón y corrupto que reproduce y perpetua sus actuaciones malolientes en las regiones mediante el apoyo legislativo de los caciques de la periferia.
Se creyeron indestronables y que nunca llegaría el momento de su partida. Como todos los regímenes despóticos creen que no existe Dios ni Ley. Igual que Chávez que se creía por encima de la Ley y de Dios, pero les llegó el momento de partir y por mucho que se resistan habrán de salir de ahí, porque su altanería ya no tendrá cabida. Podrán apelar a las maniobras para prolongar su estancia en el manejo de la Caja, pero lo único que hacen es prolongar su agonía.
Podrán inventarse vacaciones como las autorizadas por el saliente Consejo Directivo al señor Charles Carreño Corpus para alargar su presencia en la Dirección de la Caja, autorizadas desde septiembre para evitar que lo remuevan de inmediato de la Dirección, para seguir haciendo de las suyas con el presupuesto de la entidad, pero el nuevo Consejo Directivo en su autonomía deberá proceder de inmediato a retirar a este nefasto personaje, así ello implique pagarle indemnizaciones, porque personajes como este son así de mezquinos que cuando se ven perdidos entonces buscan la forma de cómo llevarse por delante a los demás en su caída. “Yo me voy pero me llevo a un poco”, es la filosofía de esta clase de perdedores y la idea es que no los pueden mover del cargo por que se encargan de atornillarse a los mismos para que los dejen o les paguen millonarias indemnizaciones. Así también dejaron a muchos de sus áulicos atornillados en la Gobernación y a la actual administración le tocó aguantarse esa galleta para no causarle un detrimento al erario pagando costosas indemnizaciones.
Si no mostraran este tipo de acciones no habría por que pensar con suspicacia, pero sus maniobras no dan a pensar nada distinto a que la feria de recursos en Cajasai es de tamaña magnitud que se resisten a abrir los libros y los manejos de la entidad, y por eso no quieren que nadie que no sea de su cuerda llegue a husmear en esa entidad.