Por: María Clara Gracia
Narcotráfico, prostitución infantil y turismo, desempleo, violencia intrafamiliar, sobrepoblación, déficit en educación superior, dificultades en salud, los problemas de los pescadores, la situación del comercio, son la mayoría de las otras realidades que San Andrés debe afrontar y que son paralelos al problema limítrofe con Nicaragua.
Más allá del anuncio del presidente Santos, quien duró diez meses con la canciller y todo un equipo jurídico nacional e internacional “rascándose las vestiduras” (cómo dijo en algún momento sobre otro tema), para tomar la decisión de declarar el fallo de La Haya inaplicable, la situación de nuestro archipiélago no es nada alentadora. No solo por cuenta de este Gobierno, sino de este y todos los anteriores.
Justamente, sobre la época del fallo (noviembre de 2012), hablamos en “En Blu Jeans” (Blu Radio) con la gobernadora de San Andrés, Auri Guerrero, una mujer conocedora de su región y alarmada de ver que el Gobierno colombiano ahora sí se preocupaba por sus islas gracias a Nicaragua, el nuevo dueño que la Corte Internacional de La Haya le asignó a nuestras aguas territoriales del archipiélago. Esto me acordó del famoso chiste del hombre casado que consigue amante y al que comparan con el niño que está estrenando bicicleta y por la cual tiene guardado su triciclo; él monta su bicicleta todos los días y ni voltea a mirar el triciclo, pero ¡ay del que se le suba a él! Pues así le pasó a nuestros queridos gobiernos, todos responsables de semejante horror. No niego que la salida jurídica es interesante, pero eso no soluciona todos los problemas que aquejan a nuestros hermanos raizales sanandresanos, que se volvieron el triciclo al que nadie se puede subir, pero al que tampoco le aceitan las rueditas, le limpian el polvo ni le ponen campanitas. Y no es que le espere mejor futuro con Nicaragua, pero seguro que con “el actual señor” va a estar menos peor.
San Andrés solo ha sido visto desde lo comercial y sus necesidades básicas insatisfechas se exponían únicamente en el escenario de la Cumbre de Gobernadores. El comercio ha ido perdiendo, pero el turismo creció y apalancó ese vacío en la economía del archipiélago que aunque ha reflejado mayor ocupación de gente y captación de ingresos, hasta el momento solo una persona por familia consigue trabajo y lleva el sustento porque no hay más oportunidades. Este sector tiene dos escenarios: las posadas nativas (desplazadas por las grandes cadenas hoteleras) y la oferta de servicios (más hoteles grandes, con más cargos, pero inferiores en la cadena de empleo como cocina, aseo, etc.). Aquí hace su aparición la prostitución, en su mayoría infantil, por cuenta de la demanda de los extranjeros que llegan a pedir marihuana porque creen que la consiguen tan fácil como los cigarrillos, o a solicitar servicios sexuales de niños y niñas, de prepagos, o de raizales para verificar los tabús de fama y “talla” internacional que los hace populares. Los mejores clientes son los y las europeas, a quienes se les ve buscando o paseando con rastas por la playa. Si piensan en “esos” términos de nuestros nativos sanandresanos en Europa, ¿qué pensaremos nosotros de ellos con la exposición que hizo Antanas Mockus de su herencia ancestral, mostrando esa parte del cuerpo donde la espalda pierde su lindo nombre? Sin duda quedamos convencidos de que tiene mejor cerebro que nalgas, y eso es más importante.
El archipiélago está sobrepoblado. San Andrés tiene 27 kilómetros cuadrados y sus 130.000 habitantes ocupan 14 de ellos, para un promedio de 9000 personas por kilómetro cuadrado. ¡Es una locura! Y aunque Providencia está un poco más holgado, tiene 5000 habitantes en tan solo 17 kilómetros cuadrados, ya tiene serios problemas de servicios básicos. Este tema demográfico es aterrador. De los 130.000 habitantes, solo 35.000 son nativos y, atérrense, 20.000 de ellos viven en el exterior (Costa Rica, Panamá, Suiza, Italia, Canadá…) porque no encontraron qué hacer en su propia isla. Se liga acá el tema de la Educación. Cada año se gradúan del colegio 1200 estudiantes, de los cuales 200 o 300 ingresan a la universidad en el continente. Como los demás no encuentran oportunidades aprovechan el creole, su idioma nativo, que se transforma muy fácilmente en inglés estándar y se van a otros países a trabajar. A lo anterior se suma que cada año llegan más continentales ilegales a buscar fortuna al archipiélago y más raizales se van. Además de que en el mismo lapso nacen mil niños. En conclusión: La población raizal está desplazada y es minoría en su propio territorio. ¡Cómo les parece!
La violencia va de la mano con el narcotráfico en San Andrés. Su ubicación geográfica estratégica la convierte en parte de las rutas clandestinas para el tráfico de drogas y armas, hecho que trae por naturaleza la creación de mafias, bandas y hasta trata de personas. El Gobierno Nacional y la Policía hicieron fuertes campañas que identificaron y llevaron a la cárcel a gran parte de los responsables, pero que dejaron a muchos jóvenes de 24 y 25 años armados y desocupados, aptos para asaltar, atracar y robar, porque no tenían alternativa. Había planes para crear cuadrantes, tener CAI móviles circulando por el territorio, al igual que vigilancia y seguridad con cámaras; nos fue imposible hablar con la gobernadora Auri Guerrero para actualizar la información. Tampoco me alcanzaron a contar la suerte que enfrentan hoy los cerca de 2400 pescadores artesanales que se encargan de la provisión interna y que ejercían este oficio hace diez meses, ni de los industriales (pesca de exportación) que emplean —o empleaban— 3.500 personas (no familias). Sin duda a partir del fallo los dos grupos deben haberse visto afectados.
El sentimiento de los sanandresanos tradicionalmente ha sido de lejanía con el Gobierno Nacional. Si bien la gobernadora reconoció por los días del fallo mayor atención que antes, las acciones no son suficientes para subsanar las carencias de años de ausencia que también sienten hasta quienes llegan a vivir al archipiélago. Ella cree que la política de fronteras, donde San Andrés no es reconocida como tal, debe fortalecerse y unificarse para todas las fronteras colombianas. “Por eso hemos venido diciendo que hay que ser más autónomos para la toma de decisiones y determinación de los propios procesos regionales, no para desligarnos totalmente del gobierno central”, agregó en ese entonces la mandataria Guerrero.
El gobierno local cree que hay que comenzar por actualizar las estadísticas del Dane porque no se ajustan ni cerquita a la realidad, y menos sirven para hacer cualquier tipo de proyección. “Sus cifras muestran que San Andrés tiene el índice más bajo de desempleo en el país y es falso”. La economía informal es tan alta, que la mayoría de los entrevistados dicen que sí trabajan, pero cuando se revisan las respuestas, se encuentran cosas como: “Yo vendo coco loco en la playa”, o “hago trenzas”, o “fabrico collares”… La gobernadora considera que hay que hacer un censo real para inclusive identificar a los ilegales. También que hay que potenciar las oportunidades que se abrieron con el fallo, por ejemplo, generar otros renglones como aprovechar el actual muelle dragando y aumentando el calado para abrir un puerto de gran capacidad. Con base en lo anterior, crear alternativas turísticas que conduzcan a la prestación de servicios para vincular más personal. Es decir, se podrían recibir no solo buques de carga sino se albergaría una marina de yates, veleros
y/o cruceros internacionales que, sin duda, vincularían más locales. También se puede considerar la creación de un astillero para organizar a los pescadores que han ido perdiendo actividad, reorientarlos y ubicarlos en otros sectores.
Independiente de lo que cada uno de ustedes piense de por qué el Gobierno Nacional decidió no aplicar sin un tratado de por medio el fallo de Corte de La Haya (reelección, bajón de popularidad en la última encuesta, etc., etc., etc.,), lo que sí es real es el papel de triciclo que desde su matrimonio con Colombia ha padecido nuestro archipiélago. Que recupere su estatus de bicicleta solo depende de su “señor Gobierno Nacional”. Tomado de Las 2 Orillas