El pasado jueves 5 de junio algunos internos del patio uno de la Cárcel Nueva Esperanza de San Andrés, intentaron arrebatar las llaves a uno de los guardianes del Inpec, lo que provocó la reacción inmediata de todas las unidades de control, con el apoyo de la Policía que conjuntamente adelantaron un operativo en la madrugada del viernes con resultados positivos en cuanto a decomiso de armas blancas hechizas, teléfonos celulares, hondas de plástico para lanzar tuercas y bolas de cristal, cables y enchufes eléctricos, cargadores, Simcards, entre otros.
De acuerdo con lo manifestado por el comandante de guardia y director encargado de la institución carcelaria, Sargento Héctor Peña, quienes se consideran líderes provocaron el jueves dos situaciones delicadas que generó la decisión de la administración para adelantar un operativo en coordinación con la Policía y la Defensoría del Pueblo y fue así como a las seis de la mañana del viernes comenzó la actividad de control que se llevó a cabo con normalidad.
Se decomisaron 22 armas de fabricación artesanal que hacen los internos con tornillos, chuzos, pequeñas varillas, ocho teléfonos celulares BlackBerry, cables que se utilizan como redes eléctricas que podrían eventualmente causar incendios, una honda de plástico que utilizarían para lanzar tuercas y bolas de cristal.
“Se le llama la atención a los familiares para que inviten a los internos a la cordura, a la mesura para que sepan vivir al interior del establecimiento y no tengan, ni provoquen problemas”, dijo el Sargento Peña.
Por fortuna, según el director encargado, no hubo heridos, pero es que ‘ese es nuestro trabajo, prevenir que ocurran casos que lamentar. Aunque se hubo una agresión por parte de los internos del patio número uno que quisieron quitarle las llaves a una unidad de guardia que se encontraba en servicio en ese pabellón. La intención era ingresar al patio número dos, pero la situación fue controlada. A los internos se les llamó a la cordura por parte del personal de guardia y lo ánimos se calmaron”, indicó el comandante de guardia, quien añadió que todo el personal del Inpec está en alerta y en acuartelamiento para evitar cualquier brote de desorden.
El guardián atacado está bien físicamente pero que por ser situaciones emocionales vulneran a la persona, al individuo como tal, porque detrás del uniforme hay un ser humano común y corriente que también siente y debe ser atendido profesionalmente con el objeto de evitarle inconvenientes posteriores.
Ya en oportunidades anteriores se habían registrado casos similares y la directora titular, Nancy Esther Lanuza, ha hecho llamados a los internos, para que mantengan el buen comportamiento dentro del reclusorio y a sus madres, esposas, hijos, para que les hagan caer en cuenta que si la conducta de estas personas lo exige serían trasladados y la situación les cambiaría porque pierden el privilegio de estar cerca de sus familias y porque esta cárcel de San Andrés es un colegio si se le compara con otras cárceles del país donde serían llevados.
Por los conflictos internos hace algunos meses se ordenó el traslado de seis internos.
No obstante estos esfuerzos de la directora Lanuza y el director encargado Sargento Peña por mantener un clima de paz, convivencia y entendimiento, que de todas maneras han ubicado a la Nueva Esperanza como el quinto mejor establecimiento carcelario del país, no dejan de presentarse problemas que han obligado a buscar los traslados para garantizar la tranquilidad.