Por Manuel Segura
Cuenta una historia que para un estudio unos científicos metieron en una jaula a 5 chimpancés, pusieron en una plataforma un racimo de bananos, y sucedía que siempre que un primate se subía a la plataforma se disparaba un chorro de agua a presión que no solamente mojaba a los demás, si no que los golpeaba por la misma fuerza de la presión, razón por la que empezaron a golpear al chimpancé que intentara subirse a la plataforma, se repitió tantas veces la escena que qué todos optaron por no volver a intentar subir a la plataforma, luego los científicos fueron cambiando uno por uno los chimpancés, y el nuevo que entraba, ignorante de la experiencia traumática del chorro de agua a presión intentaba subir a la plataforma siendo golpeado por sus “parceros”, y cosa curiosa a partir del sexto primate que no sabía porque golpeaban al recién llegado pero era el que siempre se empleaba más a fondo en la golpiza al recién llegado, y aunque ninguno sabía ni la causa ni la consecuencia todos aprendieron que no debían intentar subir a la plataforma, también aprendieron por la fuerza de la costumbre y sin saber por qué aquel que intentara subir debía ser castigado.
Encuentro un parangón entre esta situación del experimento científico y la nueva situación de los motociclistas que seremos obligados a usar casco y chaleco: la ciudadanía empezó a reclamar por una situación anómala, la inseguridad, la pena de muerte impuesta a sangre y fuego, y el gobierno responde con una suerte de castigo, porque nadie va a querer ser “golpeado”en su menguado patrimonio pero sutilmente aprenderemos que si protestamos por cualquier situación seremos castigados y así, algún día, por la fuerza de la costumbre y sin que nadie recuerde la causa primaria todos seremos “aconductados” nadie protestara por nada para no tener que obedecer leyes draconianas que nada resuelven pero si enseñan a obedecer calladamente.
Argumentan que es legal si es legal pero en el país la falta de razonamiento y de debate nos ha llevado a aceptar que no importa que sea estúpido, solo se necesita que sea legal, invito a las autoridades a que adelanten un estudio concienzudo acerca de las causas de las muertes en accidentes de moto, y se darán cuenta que el casco o la falta de él no es causa ni resultado de las mismas, la mayoría de las personas casi todos jóvenes se matan a altas horas de la noche, en lugares apartados, con altas dosis de concentración de alcohol y en muchos casos de otras yerbas, situación esa sí que debería poner en alerta a las autoridades de salud mental; empezar a investigar por qué tanto joven que empieza la vida cuando todo es esperanza e ilusión se intoxica a tal grado y sale como un cohete a reventarse contra el mundo, eso es lo que hay que investigar.
La Superintendencia de Puertos tiene una más alta misión para con las islas, que obligarnos a usar casco y chaleco, debería meter en cintura a los pulpos del transporte aéreo que tiene asfixiados a los pequeños comerciantes, llevar un computador portátil de Bogotá a Barranquilla cuesta seis mil pesos el mismo portátil para San Andrés cuesta treinta y cinco mil pesos, las tarifas aéreas para envíos tiene asfixiada a San Andrés pero el gobierno no hace nada, es más fácil aplicarle la extinción de dominio a un motociclista por no usan un casco que no necesita ni le sirve para nada (solo porque es legal) que meter en cintura a estos pulpos.
Usar casco y chaleco no garantiza que volverá la seguridad, solo garantiza que el gobierno y los concesionarios se enriquecerán, exponencialmente y que los ciudadanos sutilmente aprenderemos a soportar callados cualquier situación para evitar que se nos impongan represiones estúpidas pero eso sí, legales.