El alcalde de Providencia, Arturo Robinson, evitó el diálogo abierto con esta casa editorial que le brindó la oportunidad de poner en primer plano sus puntos de vista y para que diera explicación acerca de las diferentes acusaciones que se le lanzan a propósito del manejo de los recursos y en especial sobre los costos del pasado Festival, sobre lo que aún se guardan muchas dudas.
También las respuestas que se esperaban del alcalde tenían que ver sobre los desembolsos que se le han hecho al municipio por parte de la administración departamental para la realización de obras, la conectividad, la salud, la inseguridad, la cantidad de las armas que están en manos de jóvenes de la isla, la práctica de carreras de motos que deterioran la tranquilidad tradicional de los pobladores, los mega proyectos, la renuncia de Rudolf Hommes, el narcotráfico, el Plan Archipiélago, las obras que se adelantan con recursos del Estado, la utilización del teatro Midnight Dreams, que se está convirtiendo en otro ‘elefante blanco’, es decir una hermosa estructura, un sofisticado estudio de grabación con alta tecnología, pero sin oficio, sin que le preste ningún beneficio a la comunidad, el deterioro evidente del Puente de los Enamorados, que está en muy mal estado, con lámparas amarradas con pedazos de cable o lasos y sus barandas rotas y sucias especialmente en el extremo que da sobre Santa Catalina, la falta de alumbrado en las peatonales, la demora en la terminación de las obras de acueducto, lo que se hace para reactivar la agricultura, la niñez, la adolescencia, la tercera edad, el apoyo a deportistas, el dragado, los muelles, la pesca, todo un panorama de la actualidad de Providencia vista desde el punto de vista del mandatario, quedó en espera, sin respuestas porque, a pesar de solicitarle una entrevista para cumplir con el rigor del equilibrio periodístico, el alcalde no cumplió las citas que el mismo propuso y al final, solo quedan dudas. ¿Será que en este caso aplican las máximas del ‘quien calla otorga’, o del ‘silencio elocuente’? Resulta curioso que un funcionario cuestionado no acepte una entrevista en la que podría explicarle a la comunidad sobre su comportamiento frente a todos los temas que se le iban a plantear.
Por las calles de Providencia se percibe el desgaste en la imagen del mandatario que a decir verdad ha contado con recursos suficientes como para haber hecho obras, haber diseñado estrategias de desarrollo que lo tuvieran en primera línea de popularidad para que el candidato de su línea política que se presente para reemplazarlo, tuviera el terrenos abonado para triunfar en busca de que la gente siguiera en la línea del desarrollo y la mejora en sus niveles de vida. Pero no hay nada que así lo determine y por eso el malestar cunde, ya muy pocas personas se refieren al alcalde con el verdadero cariño que despierta quien cumple compromisos. Por el contrario se oyen reproches, se comentan anomalías, seguramente no todas ciertas, pero que son lógicas cuando un gobierno no convence porque se empiezan a crear mitos que ‘queman la imagen’ de los mandatarios. Lo peor es que se sumió en el silencio para con este medio que ha mantenido el propósito de permitir que el alcalde tuviera la sana oportunidad de explicar sus puntos de vista sin otro compromiso que el de aclarar a la comunidad todo lo que hace entre las cuatro paredes de su despacho en ejercicio de sus funciones constitucionales y en la toma de decisiones que, para bien y para mal, afectan a sus dirigidos, y todas las ejecutorias que lo tienen, en este momento, en el punto negativo en el que está.