Exactamente a los 60 días como estaba previsto, el 27 de julio a las 8:00 pm, se llevó a cabo la eclosión de los huevos de la tortuga carey que había hecho su nido en las playas de Spratt Bight el pasado 27 de mayo.
Frente a turistas y residentes del sector de manera casi sincrónica eclosionaron los huevos de alrededor 110 tortuguitas que luego de su nacimiento se dirigieron hacia el mar.
El evento estuvo vigilado, supervisado y controlado por la Policía Nacional Ambiental y personal de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, , quienes estuvieron garantizando que el menor número de estas tortuguitas estuviesen en peligro. Por ello, se estableció un protocolo de cerramiento de la playa para evitar la manipulación de las tortuguitas y evitar una disminución de sus probabilidades de supervivencia.
Las tortugas carey es una especie amenazada y en peligro crítico, debido a que su reproducción es lenta. Estas tortuguitas crecerán hasta alcanzar su edad reproductiva en aproximadamente 30 años, cuando regresen a la misma playa de donde emergieron.
Las primeras horas y días de las tortuguitas son muy importantes, ya que son vulnerables a las condiciones ambientales y naturales como clima, depredadores, fatiga, entre otros; teniendo muchas probabilidades de perecer en su camino a aguas abiertas. Se conoce que de 200 tortuguitas, solo uno llega a edad adulta, por lo que es crucial su conservación.
Al siguiente día, luego de la eclosión de los huevos, la Corporación realizó recorridos en la playa de Spratt Bight para verificar que las tortuguitas no hayan sido regresadas muertas por fatiga, en donde afortunadamente no se encontraron ningunas.
El día lunes a las 10:00 am Coralina realizó una revisión del nido para contar el número de huevos que no eclosionaron y no se encontró huevos completos o sin eclosionar, lo que también resulta muy interesante, ya que es regular que no todos los huevos sean fértiles en un nido.
Coralina y la Policía nacional Ambiental agradecen el valioso apoyo de los prestadores de servicios turísticos y la comunidad del sector por su apoyo, protección y conservación del nido de una de las especies claves de nuestra Reserva de Biosfera Seaflower.