Diagnóstico del sector para inversión en agricultura, pesca y acuicultura en las islas. El Gobierno Nacional en conjunto con las autoridades gubenamentales y locales así como con la comunidad del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, identificó las problemáticas en los sectores de agricultura, pesca y acuicultura en el territorio del Departamento y elaboró un diagnóstico donde se reconoce la importancia de las actividades marítimas en pro del desarrollo de la comunidad insular.
De acuerdo con el diagnóstico para el sector de pesca y uso del mar, históricamente la relación entre los isleños nativos de San Andrés, Providencia y Santa Catalina con el mar ha sido profunda: el mar ha sido y es la fuente más importante de sustento y alimentos, la ruta de comercio y comunicación, un media y un recurso natural lleno de oportunidades para los isleños.
Afirma el diagnóstico oficial que en el Archipiélago existen 1.254 pescadores artesanales, de los cuales 894 se encuentran en San Andrés y 360 en Providencia, con 330 embarcaciones (191 en San Andrés y 139 en Providencia y Santa Catalina). Se cuenta además con 14 empresas de pesca industrial. Las principales especies obtenidas mediante la pesca tradicional son las especies demersales (o de tondo), las cuales son de importancia comercial en la región, entre las que se encuentran los jureles (carangidae), el pelao (balistidae), el dorado (coryphaenidae), los roncos y la margarita (haemulidae), el pargo (lutjanidae), las sierras y atunes (scombridae), las barracudas (sphyraenidae), los meros y chernas (serranidae), el marlín (Makaira sp.), así como el caracol (molusca) y la langosta (crustáceo).
Las principales especies obtenidas mediante la pesca industrial son la langosta espinosa y el caracol pala. La pesca se realiza en todos los bancos (Roncador, Serrana, Quitasueño y Serranilla), bajos (Alicia y Nuevo) y la parte colombiana de la plataforma, que comprende nuestro territorio insular y sus zonas de pesca. Según los registros del Sistema de Información Pesquera Departamental, entre los años 2004-2011 el promedio de la pesca en el Archipiélago, incluyendo la artesanal y la industrial, llega aproximadamente a 500 toneladas/año de pescado y 150 toneladas/año de langosta aproximadamente. El pescado es utilizado para comercio local entre un 5% y un 15% y el resto para el mercado nacional; mientras tanto la langosta y el caracol son exportados, generando así ingresos entre $8 y $15 millones de dólares al año para el Archipiélago.
Ante una eventual pérdida de la plataforma marítima por causa del Fallo de la Corte Internacional de Justicia, se perdería al menos el 90% de las capturas de langosta y un porcentaje aún indeterminado de la captura de peces. El sector pesquero y acuícola local artesanal no presenta una infraestructura adecuada y suficiente, y no aprovecha las potencialidades del mar en pro del desarrollo local. No se cuenta con una flota pesquera local ni con embarcaciones adecuadas que permitan realizar faenas largas y seguras.
Además, las problemáticas estructurales definidas per los actores locales para los sectores de agricultura y pesca están enfocadas en primera instancia hacia la falta de acciones de control y vigilancia conjuntas can otros países del Caribe, que ejerzan control sobre la pesca ilegal per parte de embarcaciones extranjeras, lo cual afecta directamente a los pescadores del archipiélago; asimismo, sobresale la problemática del ejercicio de la pesca en las áreas protegidas, en el sentido de que se están implementando usos y métodos no adecuados que están deteriorando estas zonas. Es necesario mejorar el conocimiento de la regulación pesquera para los pescadores de la isla en aras de contribuir a la reducción de los índices de la pesca ilegal por pada de los actores locales.
Finalmente, dos problemáticas orientadas hacia el desarrollo social y económico de las islas son la falta de programas de seguridad alimentaria y la carencia de proyectos de maricultura (acuicultura marina) que sean compatibles con el medio ambiente. Los bancos de pesca no se han evaluado y no se conoce su potencial real.