(Foto de ilustración) El affaire de las 3.800 tarjetas de turismo que fueron hurtadas y que representa una pérdida financiera para el Departamento cercana a los 200 millones de pesos, no pasa de ser un globo al aire que soltó el Coral Palace para presentarse a la opinión pública como adalid de la lucha contra la corrupción.
Y resulta ser un “globo al aire” del Coral Palace porque no es cierto como lo afirmó desde un principio la oficina de Prensa de la Gobernación, tanto que un diario online de las islas afirmó a los pocos minutos que el “Gobernador destapa olla podrida con tarjetas de turismo”.
Esa información no es cierta, por cuanto el destape lo hizo ante la Fiscalía General de la Nación en el mes de noviembre de 2015 el empresario Ángel Caez Flórez y luego el 5 de febrero de 2016 la señora Rosa Elvira García, representante legal de la firma Acaribe Libros, de propiedad de Caez Flórez.
De hecho el Departamento nunca entabló denuncia penal como lo informó la oficina de prensa en su comunicado inicial. La propia Fiscalía le confirmó a esta redacción que el gobernador no ha presentado ninguna querella judicial, que solo hay dos denuncias que son las ya mencionadas.
Se trata de las denuncias son la 880016001209201500221 que presentó Ángel María Caez Flórez por la pérdida de 2.663 tarjetas de turismo procedentes de Cartagena y al revisar las 117 cajas, había el faltante anotado. Ese faltante se detectó en la carga recibida el 5 de octubre de 2015 y la denuncia radicada en las Fiscalía Seccional 50 fue por el delito de destrucción, supresión y ocultamiento de documentos públicos.
La segunda denuncia es la de Rosa Elvira García, representante legal de la firma Acaribe Libros, por el delito de hurto calificado de menor cuantía, equivalente a 1.102 tarjetas de turismo, las cuales llegaron el 2 de febrero en la embarcación Mónica, procedente de Cartagena, en el envío efectuado por Carvajal S.A, recibida el 5 de febrero por Acaribe Libros.
El Extra indagó en la Oficina Jurídica de la Gobernación y la remitieron al despacho del gobernador y de éste a la Oficina de Prensa, donde la titular de ese despacho Claudia Aguilera Neira dijo que “ella había escuchado en los pasillos que la Fiscalía le había recomendado al mandatario propiamente no colocar el denuncio por que la perdida fue con el proveedor y las tarjetas no habían llegado a la Gobernación; que no tenía ningún soporte de esto”.
Lo que si hizo el gobernador fue capitalizar la información que le notificó el proveedor para sacar a la luz pública el hurto continuado que se venía presentando en el transporte de las tarjetas de turismo, y tasar la perdida que ello representa para el Departamento. Más que el gobernador, quien suministró información inexacta y ligera fue la oficina de prensa, ya que las breves declaraciones que entregó el mandatario hablaban de denuncias hechas por el proveedor.
Las mentiras de Prensa de Palacio
Pero el comunicado de la Oficina de Prensa a cargo de Claudia Aguilera Neira, fue más allá e incurre en una serie de mentiras, inexactitudes y apreciaciones ligeras; propia de alguien que nunca ha manejado noticias de tipo judiciales y que por lo mismo termina repartiendo responsabilidades penales para quienes ni siquiera aparecen en la cadena de transporte de ese material.
El comunicado que además no se elabora en papelería del Departamento como corresponde, si no en papelería de la campaña del gobernador, sin definir los roles de si se pronuncia a título personal o a título de mandatario y representante legal del Departamento, resultaba tan confuso de entender que era lo que se estaba denunciando, por cuanto por un lado se afirmaba que era el proveedor quien había detectado el faltante, pero al mismo tiempo se dejaba entrever que podía ser éste el responsable, o los funcionarios de la Occre, o del Almacén Departamental e incluso de las aerolíneas, cuando es claro en lo que explica el proveedor que las tarjetas se han perdido en el camino; es decir entre Cartagena y San Andrés, lo que indica que es antes de que le lleguen al proveedor y más aún antes que lleguen al Almacén de la Gobernación. También denotaba el comunicado del Coral Palace que al ser el gobernador actual quien denunció un hurto continuado que venía desde la administración anterior, la de Aury Guerrero Bowie no había hecho nada para denunciarlo, y ello implicaba como mínimo laxitud o negligencia de ese Gobierno con un asunto tan delicado.
Captura no era por este caso
Otra mentira de este escándalo fue una comunicación con logotipo de la Policía Nacional, pero que no llegó por los canales habituales de comunicación de esa institución, anunciaba la captura de un viajero que se acercó al counter de la Occre en el aeropuerto con una tarjeta de la serie de tarjetas hurtadas. Falso de toda falsedad, la captura fue por uso de documento público falso, por presentar tarjeta de Occre falsificada, de acuerdo a lo que aclaró Joseph Barrera Kelly ante una pregunta de El Extra, y no tenía que ver con este caso. De hecho, que un viajero aparezca con una tarjeta de la serie robada no amerita su detención, salvo una retención para interrogarlo, pero no se le podría imputar cargos (por receptación, por ejemplo) por qué se debe presumir la buena fe del viajero que la compró con la aerolínea o con alguna agencia de viaje que también puede suministrarla, según declaró a esta redacción el señor Caez Flórez.
A una comunidad no le gusta que desde el Gobierno le digan mentiras, pero a una prensa seria e independiente le molesta más que le metan los dedos a la boca, y eso fue lo que ocurrió en este episodio; un comunicado oficial de la Oficina de Prensa del Departamento nos hizo incurrir a todos los medios en noticias erradas, inexactas y con una que otra mentirilla de por medio.